El estado de la Sanidad pública en Castilla y León volvió a marcar, por enésima vez, el cara a cara entre Alfonso Fernández Mañueco y Luis Tudanca en las Cortes autonómicas. Un debate que se tornó en un déjà vu de reproches de electoralismo, desprecio a los profesionales o ataques a Castilla y León. «La Sanidad pública nunca va a poder curar su electoralismo, su sumisión a Sánchez y su desprecio a la Comunidad», espetó el presidente de la Junta al líder de la oposición, que le había inquirido sobre la situación sanitaria en Castilla y León. Antes, Tudanca le había afeado sus «donativos» a los hospitales con una referencia expresa al concierto organizado que irá a financiar la unidad de pediatría del Hospital de Segovia. «No les valió con lo de Alaska», ironizó Tudanca, que criticó al Ejecutivo autonómico por «pedir donativos mientras los consultorios están cerrados». «Lo que quiere es bronca, usted, señor Tudanca, no quiere apostar por la sanidad pública, lo que quiere es simplemente ruido para mejorar sus intereses electorales que cotizan muy a la baja», le replicó Fernández Mañueco, que volvió a apuntar a Pedro Sánchez como «único culpable» de la falta de personal.
Como en anteriores ocasiones, el líder socialista quiso volver a marcar las diferencias ideológicas entre ambos partidos y requirió al presidente de la Junta que la Sanidad «se tiene que financiar con impuestos de los que más tienen». «Perdona 135 millones de euros a los más ricos y ahora pide que se rasquen un poco el bolsillo para dar un donativo de 30.000 euros». Además recordó que los partidos que sustentan la Junta –PP y Vox– votaron en contra de un paquete de 30 medidas propuesto por los socialistas como exigencia para sentarse a negociar el ansiado pacto autonómico por la Sanidad.
«Un pacto se sienta, se negocia, se dialoga, no se impone. Usted no quiere pactos, solo quiere la bronca», contrapuso Fernández Mañueco, que sacó pecho de las medidas impulsadas desde el Gobierno regional con acuerdos con profesionales sanitarios para mejorar sus condiciones de trabajo, sus retribuciones, reducir la lista de espera e implantar las 35 horas semanales. «Seguiremos trabajando, estamos mejorando con más prestaciones, más recursos, más equipamiento, más tecnología y más profesionales», continuó el dirigente autonómico, que recordó que Castilla y León es la comunidad que menos concierta con la privada, el incremento de un 17% del número de profesionales desde el año 2010, o la bajada del 15 por ciento de la lista de espera.
También hubo tiempo durante el careo para que el presidente de la Junta pasara la 'factura' al socialista por su ausencia el pasado viernes durante la entrega de Premios Castilla y León. «Esta convirtiendo a su partido en el de las espantadas. Lo hizo la noche electoral, el viernes hizo lo mismo en los Premios Castilla y León, y la espantada la ha dado siempre que se le tiende la mano para la sanidad publica», concluyó Fernández Mañueco.