La AP-1 vuelve a ser una ratonera

F.L.D.
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El regreso a casa hacia el norte de España afecta especialmente a la vieja autopista, donde se repitieron las kilométricas retenciones en varios puntos por tercera vez en sólo cuatro días

En el antiguo peaje hubo cientos de coches atrapados a lo largo de todo el día. - Foto: Alberto Rodrigo

Tres de tres. Si la Jefatura Provincial de Tráfico había fijado miércoles, jueves y lunes como los previsiblemente más conflictivos, en el caso de la AP-1 se puede decir que hizo pleno. Una vez más, la vieja autopista no pudo soportar las intensidades de circulación motivadas por la operación retorno de las vacaciones de Semana Santa. Se llevó, con diferencia, la peor parte en una jornada con retenciones kilométricas en diferentes puntos causadas principalmente por choques leves entre vehículos por los que en los que apenas hubo intervención de los servicios sanitarios. También hubo afecciones en la N-120 y en la N-I. 

Los problemas en la AP-1 comenzaron desde bien pronto. A eso de las 10 de la mañana, la DGT activó el nivel amarillo a la altura de Santa Olalla de Bureba por congestión en el tráfico. Según informaron fuentes del servicio de emergencias 112 de Castilla y León, en ese punto no hubo ningún accidente, por lo que se entiende que fue la gran afluencia de vehículos la que provocó el atasco. Según advertían algunos usuarios en las redes sociales, estuvieron retenidos cerca de media hora. 

De forma simultánea se produjo otro accidente leve, pero en la A-1 a la altura de Quintanilla de la Mata, en sentido Burgos. Dos turismos colisionaron por alcance y uno de ellos quedó volcado. Por suerte, la única ocupante, de 18 años, estaba consciente y pudo salir por su propio pie del habitáculo. Fue atendida de heridas leves. 

(Más información, en la edición impresa de hoy de Diario de Burgos)