La Fundación San Antón está empeñada en revitalizar las ruinas del convento de Castrojeriz y convertirlo en el punto de peregrinaje más importante del Camino de Santiago. A las obras realizadas hace meses, entre las que destacan la nueva puerta y verja de entrada, se sumará las próximas semanas un atractivo más, la instalación de un Planetario Antoniano, un proyecto que se hace realidad gracias al empeño de su presidente, Ovidio Campo, y al mecenazgo del empresario José Galíndez y su apuesta por la villa con la rehabilitación del antiguo monasterio de San Francisco convertido ahora en establecimiento de turismo rural, con María Burgos en la gerencia del mismo.
Con este Observatorio Astronómico, el primero que se instala a lo largo del Camino de Santiago, se pretende poner en valor este emblemático inmueble, «los mejores cielos estrellados de Castilla», como recalca Campo, y la propia ruta jacobea en la meseta castellana, que en los últimos tiempos está siendo «menospreciada» e, incluso, excluida de muchas publicaciones que 'recomiendan' coger el autobús desde Burgos a León y saltarse todo ese tramo que, como bien manifiesta Ovidio Campo, que gestiona el albergue de San Antón, es un «auténtico disparate» por cuanto significa renunciar a conocer un inmerso y rico patrimonio, tradiciones y leyendas sin las cuales no se comprende la historia del Camino ni la del país.
¿Y por qué un Observatorio Astronómico en estas emblemáticas ruinas? Podríamos preguntarnos. Campo lo tiene claro. De hecho, ya hace 20 años cuando abrió el albergue de San Antón instaló un telescopio que acabó estropeándose. Esa espinita le ha perseguido estos años hasta hacerla ahora realidad, de tal manera que a mediados de mayo pueda estar ya operativo para contemplar ese «cielo único».
Campo recuerda que si bien no parece probable que los peregrinos se guiasen en su trayecto por las estrellas, ya que el Camino se hacía de día, lo cierto es que desde la antigüedad se ha aludido a este como el Camino de las Estrellas, y ya en tiempos del emperador Carlomagno se citaba en el Liber Sancti (siglo XII) la Vía Láctea como el «camino de las estrellas que guía en dirección al extremo occidental, a la tumba de Santiago».
El Observatorio se instalará en una plataforma sobre la base de una antigua columna y desde este jueves se está trabajando ya en la infraestructura, que tendrá una escalera de acceso y un vallado perimetral.
En el interior del Planetario podrán estar varias personas, pudiendo realizar tanto observaciones a simple vista como a través de prismáticos, de los que habrá dos unidades con sus correspondientes trípodes de apoyo, así como de un telescopio de mediada apertura. Igualmente, habrá un puntero láser verde para marcar los objetos celestes, y dos planisferios para que el observador pueda orientarse cualquier día del año y encontrar las estrellas y constelaciones.
Además, el Planetario se completa con la instalación de 6 camillas de exterior para que los peregrinos puedan dormir a la intemperie y disfrutar de la Vía Láctea. Por otra parte, cada peregrino que pase la noche en el albergue recibirá una estrella de San Antón, de madera pintada en amarillo que se pegará a la credencial.
En cuanto a las características del telescopio es de fácil manejo y está equipado con buscador, ocular, filtro solar y adaptador, de tal manera que se puede observar no solo la luna y planetas sino también cúmulos globulares, nebulosas y galaxias y localización, incluso, de objetos de baja luminosidad. Es un instrumento de la calidad utilizado por los amantes de la astronomía.