Los urólogos del HUBU han pedido a la dirección poder utilizar también por las tardes el robot Da Vinci, dado que cada vez hay más pacientes de los hospitales de Aranda, Miranda y Soria -carentes de este equipamiento y para los que el complejo burgalés es referencia en numerosas patologías- que reclaman que también se les opere en Burgos y con esta tecnología, mínimamente invasiva.

La mayoría son hombres con cáncer de próstata, ya que en este caso la cirugía robótica da más garantías de preservar la potencia sexual y la continencia urinaria que otras técnicas, como la laparoscopia. También se considera ventajoso porque la mayor precisión del robot acorta los posoperatorios, menos dolorosos.

El incremento de la demanda se considera justificado y el planteamiento en la dirección ya está hecho, con el objetivo de que el Da Vinci -que se incorporó al equipamiento del HUBU en 2018 tras una inversión de 1,3 millones- se utilice todos los días y, a ser posible, tanto por la mañana como por la tarde; algo que ahora no sucede. Sin embargo, hay constancia de que ampliar el uso de la cirugía robótica alargará la demora de quienes estén en lista para este tipo de procedimientos, casi siempre pacientes oncológicos. Ahora, según fuentes no oficiales, ronda los dos meses.

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