Durante muchos años Edu Vélez fue el futbolista burgalés con más proyección. Con 100 partidos en Primera División y goles históricos como el marcado en el Bernabéu, vivió sus mejores momentos en los años 90. Se retiró tras el ascenso a Segunda División con el Burgos CF, Quintano en el palco y Carlos Terrazas en el banquillo. Pasó a ocupar cargos de gestión deportiva y de segundo entrenador con Valentín Germán en la presidencia y dejó el fútbol profesional tras el descenso en Palencia y la llegada de Juan Carlos Barriocanal a la directiva del Burgos CF. Ahora vive alejado del fútbol profesional, se centra en el trabajo con los más jóvenes en la Escuela de Fútbol y mata el ‘gusanillo’ jugando en el Trompas Rover del Trofeo Ciudad de Burgos. 

Edu Vélez nació un 28 de agosto de 1967 y la Peña Antonio José fue su club de formación, desde las categorías inferiores hasta juveniles, etapa en la que fichó por el Real Burgos. Debutó en el primer equipo con 19 años y tras disputar 29 encuentros, se marchó cedido al Marbella, con el que jugó 19 partidos, para regresar al conjunto rojipardillo ya en Primera División. En el Real Burgos vivió las dos caras del deporte, con 99 partidos en Primera División y el descenso administrativo de 1994.

Emigró y fichó por el Mérida, donde siguió rindiendo a un gran nivel. Un año en Marbella dio paso a su fichaje por el Ourense, con el que estuvo dos campañas (39 partidos en Segunda División). Con 30 años regresó a casa, al Burgos CF de José María Quintano, con el que estuvo tres años y logró el ascenso a Segunda División. Fue su último año como futbolista profesional y apenas disputó dos partidos.

Edu, junto a Butragueño, en un Real Burgos-Real Madrid en El Plantío. - Foto: DB

La llegada de Valentín Germán a la presidencia le abrió las puertas para seguir vinculado al club en la secretaría técnica y en los banquillos junto a Fede Castaños. Fue, como él mismo recuerda, uno de sus mejores años. «Había un gran ambiente, un grupo de trabajo muy bueno». Pero se marchó Valentín Germán, llegaron los Novoa y aquel proyecto acabó con el fatídico partido en Palencia y el descenso a Tercera División. Juan Carlos Barriocanal cogió el testigo y Edu Vélez cambió de vida, integrándose en el mundo laboral. Su única relación con el fútbol pasó a ser la Escuela, donde aún sigue. Y a nivel de practicante, partidos con sus amigos y poco más.

Vivió grandes momentos con el fútbol, y también muchos amargos. «Es imposible olvidar el ascenso con el Real Burgos, o mi debut con 19 años en Segunda División B. Tampoco puedo olvidar aquel gol frente al Real Madrid o la temporada vivida junto a Valentín Germán y Fede Castaños». En el otro de la balanza no lo duda, el partido de Palencia. «Fue un experiencia muy dura», asegura.

Edu Vélez reconoce que el fútbol ha pasado a un segundo plano en su vida. «Me gustaría ir más a ver los partidos, pero hay otras cosas importantes en la vida. Sí voy cuando puedo a Pallafría, me gusta ver a los más pequeños jugando al fútbol. A El Plantío voy poco». Pese a ello asegura que sigue al Burgos CF y su trayectoria. «Esta temporada había un proyecto muy ilusionante, con mucho dinero, pero no empezaron bien. Luego, en plena remontada, llegó la crisis del coronavirus y se paró todo. Espero que la próxima temporada la afición mantenga la misma ilusión».

Considera que el fútbol actual no tiene nada que ver con el de su época. «Conocí a mucha gente muy humilde pese a ser grandes jugadores. Magdaleno, Jiménez, Elduayen, Ayúcar... Ahora los futbolistas parece que tienen más ego».

También habla del acuerdo entre Burgos CF y Promesas: «Les va a venir bien a los dos. Deben trabajar mucho el equipo de División de Honor y no olvidar al resto de clubes de la ciudad».