Levantada en el siglo XIIIcon destacados añadidos posteriores, la iglesia gótico-renacentista de Mahamud es la joya de la localidad y conforma, junto a los templos de Santa María del Campo, Villahoz y Presencio, un conjunto monumental de primer orden en la zona oeste del Valle del Arlanza. Las 4 son Bien de Interés Cultural, en el caso Mahamud desde el año 1982, lo que implica que es la Junta de Castilla y León la administración responsable de su conservación.
Desde el Ayuntamiento, preocupados por el deterioro del inmueble, se elaboró y remitió el año pasado a los responsables de patrimonio un informe alertando del estado en el que se encuentran las cubiertas. Previamente, en abril de 2021 se había realizado una visita técnica al templo y el propio director general de Patrimonio en aquel momento, Gumersindo Bueno comprobó in situ su estado y la necesidad de acometer las actuaciones para solventar la situación y frenar los daños. Desde entonces, el Ayuntamiento no ha recibido noticia alguna sobre las intenciones de la Junta, por lo que el alcalde de Mahamud, Jorge Ortega, vuelve a insistir, como ya lo hizo el arquitecto municipal en su informe, de la necesidad de intervenir en la cubierta, petición a la que suma el nuevo párroco Cecilio Haro, muy interesado en la defensa del patrimonio no solo de Mahamud sino de los once pueblos de la zona bajo su responsabilidad.
Tal y como recoge el informe municipal, los principales problemas afectan a las cubiertas de la nave central y la situada al sur. Ambas tienen similares características, están inclinadas y tienen estructura de madera y cubierta de teja curva colocada sobre placas asfáltica de onduline.
Por lo que respecta a la cubierta central, se hace hincapié en que presenta importantes problemas de conservación que no garantizan la estanqueidad del sistema constructivo. Muchas de la tejas están desplazadas e, incluso, haya varias zonas donde no queda ninguna al haberse desprendido. El mayor problema en todo caso es la separación de las tejas embebidas en la cumbrera cercanas a los faldones, lo que provoca el hundimiento de la zona central y la entrada de agua al interior. Esa situación afecta a los elementos estructurales de madera que pueden perder capacidad de resistencia. En las bóvedas del interior se deja ver el deterioro con la separación de las piedras y algunos otros elementos e, incluso, la apertura de grietas en muros.
Por lo que respecta a la cubierta de la nave lateral sur es visible su deterioro lo que facilita la entrada de agua de lluvia hacia el interior. También en esa zona se han desplazado tejas y hay zonas del alero donde han desaparecido.
Desde el Ayuntamiento se urgen a ejecutar una intervención «con cierta urgencia» para evitar más daños o el agravamiento de los existentes. Ortega Jorge asegura que en el Consistorio son conscientes de la complejidad de realizar y financiar este tipo de obras, pero añade que ello no debe ser excusa para dilatar una intervención. Es más, el regidor afirma que el municipio ayudaría económicamente si fuera necesario en la restauración porque entiende que pese a que el templo es titularidad del Arzobispado, «es el patrimonio más valioso y representativo del pueblo» y «su conservación es una prioridad», asegura. Además, afirma que cuanto más se tarde en reparar las cubiertas, mayores serán los problemas y más costosa la reparación de los daños. El alcalde pide tanto a los técnicos de la Junta como del Arzobispado que realicen una vista al templo para valorar conjuntamente la situación y poder realizar cuanto antes una propuesta de intervención.
Otra de las obras necesarias en el templo es la restauración del retablo lateral del Bautismo del Señor. En este caso, explica el párroco, el Arzobispado ya «hay avances» y de hecho ha pasado el expediente por comisión para ver como se actúa en el mismo. En este caso, el principal problema está en el deterioro de la estructura.