El ritmo al que trabajan los juzgados de Reyes Católicos repercute en la sede de la Audiencia Provincial. Si ahora, con refuerzos, los penales sacan más trabajo adelante, la Sección Primera del tribunal provincial, tiene más tarea, ya que los recursos a las sentencias se están incrementando en las últimas semanas. Y los cinco magistrados, que también celebran sus juicios, dictan sentencias, las ejecutan y siguen resolviendo 'apelaciones' de los órganos de instrucción de Burgos, se tornan escasos para asumir tal carga de trabajo. De ahí que el presidente de la sección estudié solicitar el apoyo de un magistrado.

Y es que la Audiencia Provincial necesita un sexto juez. No es nuevo. Su presidente, Mauricio Muñoz, ya comentó a este periódico hace unos meses que la sección primera de la Audiencia Provincial, la que dirime asuntos penales, «necesitaría un sexto magistrado» para capear mejor el exceso de trabajo que soporta en la actualidad.

Muñoz advertía de que los cinco magistrados destinados a esta 'sala' «sobrellevan» la sobrecarga de asuntos «con esfuerzo», lo que les permite dictar sus resoluciones en tiempo, si bien no puede ocultar que «están sobrecargados de trabajo». El sexto magistrado no solo serviría para resolver los numerosos recursos que llegan de los juzgados penales y de instrucción, una tarea en la que se invierte mucho tiempo, sino que vendría muy bien «para poder crear dos ternas para la celebración de juicios, que consumen también muchas horas de trabajo». «De esta manera la organización sería más operativa», sostenía el presidente de la Audiencia, quien agrega que las dos secciones civiles del tribunal provincial están bien dotadas en estos momentos para los procedimientos que han de sacar adelante.

Hay que recordar que en los últimos cinco años se han constituido en la provincia de Burgos dos nuevos juzgados, el octavo de primera instancia y este mismo ejercicio, el noveno, que se ha especializado en asuntos de familia. Es verdad que un segundo magistrado está ayudando a desatascarlo, pero no es menos cierto que precisa de otro equipo psicosocial que agilice los informes que se llevan a cabo a la hora de dictar o modificar medidas que tienen que ver con los hijos en los casos de separación y divorcios.