Adiós a las matrículas tardías

B.G.R.
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La UBU, junto al resto de campus de la región, adelanta de septiembre a julio la publicación del último listado de admitidos

A mediados de agosto se harán los llamamientos para completar las vacantes. - Foto: Alberto Rodrigo

La Universidad de Burgos lleva tiempo reclamando una modificación en los plazos de admisión de nuevo ingreso para evitar situaciones que hasta ahora resultaban habituales, tales como renuncias y matriculaciones de alumnos una vez iniciado el curso. Esto obedece a un sistema de distrito único que permite a los futuros universitarios solicitar vacante en el grado que desean estudiar en cualquier campus de España, si bien cada Comunidad Autónoma maneja fechas y procesos diferentes, de tal forma que en julio puede estar admitido en un destino, contando ya con residencia o piso alquilado, y en septiembre logra plaza en otro que se acomoda más a sus preferencias académicas.

El ejemplo más claro se da en las carreras muy demandadas, como es el caso de Enfermería, que el curso pasado realizó varios llamamientos en octubre fruto de esas anulaciones de matrículas tras la publicación en septiembre del tercer y último listado de aptos. La situación cambiará el próximo curso en Castilla y León tras el acuerdo alcanzado entre las cuatro instituciones públicas (Burgos, León, Valladolid y Salamanca), que han decidido concentrar en julio los tres plazos de inscripción (11, 20 y 27), cuando antes solo había dos. La vicerrectora de Estudiante, Verónica Calderón, confirma este extremo, además de anunciar que los estudiantes deberán dejar constancia en su solicitud de si desean permanecer o no en la lista de espera de una titulación. Con esta información, a partir de mediados de agosto se harán los llamamientos correspondientes para cubrir las plazas que quedan libres, que la UBU gestionará ya de manera independiente sin tener que esperar a la publicación oficial que antes dependía de Salamanca.

Esto supondrá que los responsables de las facultades podrán saber con bastante más antelación el número de alumnos definitivo con el que contarán en primero, al igual que estos últimos conocer si han entrado en una universidad de la región. Al margen de las cuestiones organizativas, Calderón destaca que este cambio posibilitará retener talento en  la Comunidad y captar nuevo. «Queremos que el alumno de Castilla y León se quede aquí y no opte por otro destino por el hecho de conocer antes si ha sido o no admitido», subraya, incidiendo de igual forma que esto supondrá que el proceso esté prácticamente concluido cuando comiencen las clases el próximo 11 de septiembre.

La responsable académica aplaude esta modificación y destaca que supone ofrecer mayor «seguridad a las familias» a la hora de conocer el destino definitivo de sus hijos, además de aportar  tranquilidad a los centros, que hasta la fecha sufrían ese baile de matrícula con la incertidumbre de si completarían o no sus plazas.