Pensando en fiesta con la motosierra

D. ALMENDRES / Burgos
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Aunque la Concejalía de Medio Ambiente ya trabajaba en el control del paseo de La Quinta, el traslado de la festividad del Curpillos por las obras en El Parral invita a reforzar el trabajo en las zonas de paso

La decisión de trasladar la jira del Curpillos a La Quinta debido al inicio de las obras de remodelación del parque de El Parral exigirá al Ayuntamiento un esfuerzo extra para garantizar en la medida de lo posible la correcta celebración de un evento que aún debe definir algunas cuestiones organizativas de importancia.

Mientras las distintas áreas implicadas en este asunto concretan la distribución definitiva de los espacios a utilizar en el paseo, la concejalía de Medio Ambiente revisará a lo largo de las próximas semanas el estado de los árboles presentes en las zonas de paso para descartar cualquier problema a lo largo de la jornada festiva del 7 de junio. Los trabajos realizados la pasada semana ya se centraron en el entorno del puente de la autovía, tanto en el pasillo central urbanizado como en el espacio natural.

Las incidencias registradas en el comienzo del pasado otoño a causa del viento y de los hongos invitaron a los responsables de esta área municipal a impulsar un análisis del arbolado tanto en las zonas más céntricas como en las orillas del Arlanzón y Vena y en Fuentes Blancas.

El control del arbolado afectará a todas las zonas de paso de La Quinta.El control del arbolado afectará a todas las zonas de paso de La Quinta. - Foto: Patricia

La caída de un gran árbol de gran porte en el parque de La Quinta, junto al parque de calistenia, puso de manifiesto la necesidad de realizar actuaciones en ese sector. Ello propició la revisión realizada a finales del pasado año un total de 12 hectáreas de las 52 que componen el paseo. Y esa área es, precisamente, donde se celebrará la tradicional festividad popular.

Los primeros trabajos de trasmochado y tala se llevaron una treintena de ejemplares en mal estado en esta zona del espacio verde. Además, se intervino en las ramas de otros 50 chopos para garantizar la seguridad de los viandantes y también se actuó en las ramas bajas que pudieran suponer un problema. Algunos árboles secos que no generan peligro para los ciudadanos se mantendrán para fomentar la biodiversidad de la zona.

Una vez completadas estas labores, la concejalía de Medio Ambiente lanza un nuevo control de este espacio verde con la mirada en el Curpillos porque acogerá una gran concentración de miles de personas en el área provisional elegida en lugar del Parral. «Desde luego se ha tenido en cuenta esta cuestión. Se pueden ver árboles podados y otros eliminados que no se replantarán hasta después de la fiesta», explica el edil responsable, Carlos Niño, quien recalca que la empresa encargada «seguirá inspeccionando» este sector (...).

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