Acudir a una cita médica o a realizar gestiones administrativas resulta sencillo para las personas de la ciudad. En los pueblos puede haber complicaciones, sobre todo para las personas mayores. Para evitar este tipo de inconvenientes, cinco pueblos de la zona de Miranda se unieron hace meses con el reto de conseguir el llamado «bonotaxi», que pronto arrancará en Pancorbo, Santa Gadea del Cid, Bozoó, San Zadornil y el vecino municipio alavés de Lantarón. El mecanismo se desarrollará gracias al trabajo de la Asociación de Municipios en Áreas con Centrales Nucleares (Amac), quien solicitó para este grupo 500.000 euros al Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico.

El alcalde de Pancorbo, Javier Cadiñanos, aplaude que puedan aplicar esta iniciativa. De la cantidad total que pidieron «cada uno de los ayuntamientos hemos recibido 35.000 y ahora decidiremos cuánto destinamos al bonotaxi». En su caso, serán 6.000 euros para una idea con la que entiende que «ganarán los vecinos», ya que  «supone una gran alternativa para extenderla a un montón de pueblos», opina.

En Amac reconocen que la medida podría extenderse a La Bureba y a Las Merindades. Primero llegaría a los pueblos mencionados y la puesta en marcha definitiva no tardará, «porque los secretarios municipales tienen prácticamente toda la documentación y en este mes se espera que se ponga en funcionamiento», recalcan.

En cualquier caso, para que se haga oficial primero hay que confirmar la asignación de la subvención, «que en teoría nos lo tendrían que conceder antes de las elecciones para esta zona», pero no tendría que haber problemas «porque esta es una ayuda directa», apuntan en el colectivo de municipios.

Cadiñanos explica que por el momento mantienen un borrador para crear un reglamento. La idea pasa por incluir dentro de los bonotaxis los viajes para personas mayores o que no tengan medios propios para desplazarse. Esos viajes también deberán de estar justificados, porque no se va a permitir usar esos descuentos para todo tipo de cometidos y «también tendremos que decidir cuántos trayectos puede hacer cada persona», cuestiona el alcalde.

En la asociación, indican que la subvención general también implicaría la contratación de personal en los consistorios, «destinado a actuaciones medioambientales, como la suerte de leñas, en la que estos operarios lo harían para las personas mayores», ejemplifican.