Fede 'el francés', es más rachel que el Arlanza a su paso por la villa. Enamorado de Covarrubias, en la década de los 80 se compró una casa en la villa en la que pasaba los periodos vacaciones y en la que reside desde el año 2020 de forma permanente tras jubilarse de su trabajo en una empresa petrolera. Es el embrujo rachel que seduce a quien viaja a la localidad medieval. Su verdadero nombre es Frédéric Duplan, pero él prefiere la castellanización del nombre.
Tal es su vinculación y amor a la localidad que Fede ha impulsado la asociación Los Amigos de los Órganos de Covarrubias, en referencia a las dos joyas que se conservan en la colegiata de San Cosme y San Damián y en la iglesia de Santo Tomás. Ambos instrumentos precisan de una restauración integral objetivo que persigue la entidad recién creada, de la que forman parte un grupo de personas amantes del patrimonio y de la música, unos foráneos y otros residentes también en la villa como Rosario Romo, una traductora que se ha afincado en Covarrubias desde donde trabaja on line; Pilar Jiménez, José María Canales o Thomas Ospital, un prestigioso técnico y profesor del Conservatorio Nacional de París; además de contar con el asesoramiento de Eric Brottier, que dirige la restauración del órgano de la Catedral de Notre Dame, que sufrió daños tras el incendio del año 2019.
Fede es el presidente de este nuevo colectivo rachel, mientras que la presidencia de honor recae nada menos que en el organista galo Francis Chapelet, quien en el año 1963 recaló en la villa y realizó una primera reparación en el órgano barroco de la colegiata, una obra de arte que data del año 1640, con ayuda de amigos y de Rufino Vargas, el párroco de entonces. Chapelet eliminó las fugas de aire, realizó ajustes mecánicos, armonización y afinado y retoques en el mueble. Pero más importante aún fue que 'redescubrió' esta pieza y su valor al mundo, aseguran desde la asociación recién creada.
Más recientemente, hacia el año 2006, se intentó recabar el apoyo de algunas instituciones, incluso de la Fundación Patrimonio Histórico de Castilla y León, para proceder a una reparación más completa de esta joya, en vista de su progresivo deterioro que si bien, no impide tocarle, los entendidos están de acuerdo en que no se obtiene ya el mejor de los sonidos por los problemas técnicos que acarrea; estos se centran fundamentalmente en el apolillado del secreto y en las numerosas fugas de aire.
Esos intentos cayeron en saco roto, pese a que en 2007, la comisión ejecutiva de la Fundación del Patrimonio y dio luz verde a su restauración. También cabe destacar la aportación de Patxi García Garmilla, con casa en la villa y que todos los veranos afina el órgano y da un concierto para los vecinos.
La asociación Los Amigos de los Órganos de Covarrubias espera que ahora su iniciativa prospere. La prioridad, de momento, se centra en restaurar la joya de San Cosme y San Damián, cuyo presupuesto se calcula en unos 180.000 euros. Para conseguir esos fondos, el colectivo abrirá una cuenta en La Caixa, para que cualquier persona que quiera, aporte una cantidad. Además, se acudirá a la Diputación, la Junta, la propia Caixa y a otras entidades financieras para recabar apoyos.
Otra de las iniciativas es la organización de un concierto en la colegiata el 1 de abril, a cargo del Coro Francisco de Montanos de Valladolid, con el que se pretende recaudar fondos, presentar oficialmente en la villa la nueva asociación y explicar la iniciativa para restaurar las dos joyas musicales. Además, una vez restaurado, la intención es diseñar una programación de conciertos y hacer una labor pedagógica. A través del programa Artistas en residencia se pretende traer hasta Covarrubias y Burgos capital a artistas europeos, proyecto que va de la mano de Guillermo Díaz, organista de la Catedral de Burgos.
Por otra parte, el propio Duplan está trabajando en la página www.organosdecovarrubias.com, en la que se irá dando información respecto al proyecto y el número de la cuenta bancaria, que tiene el apoyo tanto del párroco de la villa como de los responsables de Patrimonio del Arzobispado, Juan Álvarez Quevedo y Cecilio Haro, quien desde hace unos meses dirige el museo del templo.
Del siglo XVII. Según la documentación existente, el instrumento data de la segunda mitad del siglo XVII, aunque se desconoce el nombre de su creador. En 1704 fue ampliado por el maestro organero vasco Diego Orio de Tejada, que le dio su fisonomía barroca, añadiendo la lengüetería horizontal 'en batalla' que luce en su fachada, y proporciona una sonoridad exclusiva de los órganos ibéricos.
Está situado sobre el coro bajo, y por su sonido y belleza, es un ejemplar único del patrimonio artístico de Covarrubias y de Castilla y León, aseguran desde la asociación, y destacan la policromía del mueble, rematada por celosías y cresterías que incluyen tres escudos. La caja está magistralmente tallada y pintada con ángeles y motivos de paños con airosos pliegues en colores rojos y verdes.