Pincha la burbuja de venta de parcelas en pueblos ribereños

I.M.L.
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Menos de la mitad de las puestas en el mercado este año tienen ya propietarios nuevos. Los plazos para la construcción establecidos por algunos ayuntamientos de la comarca echan para atrás a los posibles compradores

La finca con ocho parcelas en Berlangas de Roa está entre la carretera que atraviesa el pueblo y una amplia chopera. - Foto: I.M.L.

El interés de los urbanitas por abandonar el asfalto y mudarse a un pueblo pareció despertarse durante la pandemia y animó a distintos ayuntamientos de la comarca a poner a la venta las parcelas municipales sin construir para ofrecerlas a los que querían emigrar de las ciudades y, de paso, lograr fijar población en localidades que sufren la merma de su población. Sin embargo, lo que parecía un boom que iba a crear un movimiento demográfico hacia el entorno rural ha quedado en un espejismo. Menos de la mitad de las parcelas que se pusieron este año a la venta por parte de los consistorios han pasado a manos de propietarios particulares.

Un ejemplo paradigmático es Gumiel de Mercado, que pretendía vender 15 parcelas para construir y sólo ha logrado formalizar los trámites con una de ellas. «Con el tema de la crisis y los incrementos de los costos de construcción, además de la obligación que habíamos puesto de construir en dos años, la gente se ha echado para atrás», reconoce el alcalde de Gumiel de Mercado, Pedro Gómez, que entiende que «la gente nos ha dicho que, tal y cómo está la cosa, no pueden comprometerse a construir en dos años», aunque sí que se están llevando a cabo nuevas viviendas en terrenos «que la gente ya tenía pero sin el plazo de dos años».

Una situación similar está lastrando la venta de más parcelas en Milagros, donde se enajenaron las tres mejor ubicadas, dentro de la zona urbanizable del municipio, y en distinto avance de las obras. «La tercera tuvimos que sacarla dos veces, una está bastante avanzada, una comenzando y otra en espera de empezar, pero les ha pillado esto de que todo vale el doble y ha pedido una demora del plazo de tres años marcado, por motivos ajenos a ellos, claro», explica el alcalde milagreño, Pedro Miguel, que está estudiando la posibilidad de sacar más parcelas municipales, aunque los problemas administrativos están ralentizando esta alternativa.

Con pegas en el mismo ámbito, el de la Administración, se ha topado también el Ayuntamiento de Berlangas de Roa, que ha invertido cerca de 90.000 euros para incluir saneamiento, agua, electricidad, teléfono y fibra óptica en ocho parcelas de propiedad municipal que suman alrededor de 2.700 metros cuadrados. «Lo tenemos parado, en stand by, aún no han salido a la venta y no quiero avanzar fechas porque con los plazos administrativos es un riesgo», asegura Silvio Pascual, alcalde Berlangas de Roa, que sí constata que todavía hay interés por hacerse con una parcela en su municipio. «La gente pregunta pero luego habrá que ver cuántos tienen interés real y cuántos sólo por curiosidad», valora Pascual.

Otros proyectos que se están moviendo por la comarca son, por ejemplo, el de Vadocondes, que entre 2020 y 2021 vendió 14 parcelas municipales, en algunas de las cuales ya se ha edificado, y se reurbanizó una calle para hacer edificables 12 parcelas más, pero está pendiente de construir una depuradora para convertir más suelo rústico en urbanizable. Algo similar sucede en Villanueva de Gumiel, donde el proyecto para la depuración de aguas está más avanzado, mientras que en Roa de Duero apuestan por la construcción de viviendas de proyección para jóvenes en una nueva urbanización.