La Asociación Pro Salud Mental de Burgos (Prosame) ha puesto en marcha un proyecto en Odra-Pisuerga con el objetivo de ofrecer asistencia personal a aquellos vecinos que lo demanden. El programa estará subvencionado por la Fundación Gutiérrez Manrique y «a largo plazo» se pretende fomentar el empleo en la zona. Ya se han mantenido charlas informativas en Villadiego y están a la espera de recibir casos. En Melgar de Fernamental y los pueblos próximos se ha descartado desarrollar debido a que la Fundación Fernán Armentález, ubicada en la dicha localidad, tiene una iniciativa similar para toda su zona de actuación.
Se ofrecerán «herramientas y apoyos» para que las personas con problemas de salud mental puedan realizar actividades de su vida diaria de manera autónoma. Así, se incluirán cuestiones como compras, alimentación, higiene personal, ocio, tareas de limpieza o trámites administrativos. «Hemos visto que hay un auge en la demanda de asistencia personal en nuestra entidad y muchos usuarios proceden de la zona rural, que muchas veces se tienen que desplazar a Burgos para poder acudir a algunos de nuestros servicios de salud mental», explica Carlos Borque, técnico de proyectos de Prosame.
La Fundación Fernán Armentález de Melgar de Fernamental abarca una gran parte de la comarca, por lo que Prosame ha optado por centrarse en la zona de Villadiego y también se extenderá a otros puntos próximos fuera de la comarca. De esta forma, ya se han mantenido reuniones con varios CEAS y se espera poder trabajar pronto en el entorno de Santa María del Campo, Estépar y Sotopalacios. «Ahora tenemos delegación en Villarcayo y empezó así, por una asistencia personal, y al haber bastantes casos hicimos una oficina allí», explica Borque, que asegura que también están presentes en Briviesca y ahora buscan llegar más lejos.
Una de las grandes ventajas es que esta acción permitirá que más usuarios logren quedarse en sus pueblos sin necesidad de desplazarse. «Igual la persona necesita apoyos en su vida de forma puntual que ahora no se ofrecen y acaba en una residencia cuando igual tampoco es un perfil para ir», dice Borque. No se tratará de una ayuda a domicilio, matiza, ya que se busca dar las claves y «enseñar» a los usuarios los pasos necesarios para ejecutar las tareas del día a día.
Aunque en un primer momento los casos se gestionarán desde la asociación, la intención pasa por formar a profesionales en las zonas rurales para que desarrollen directamente su trabajo en los municipios. Desde Prosame avanzan que se encargarán de la formación y con esa fórmula conseguirán ampliar su cartera de trabajadores.
Según se explica desde la asociación, la asistencia personal se llevará a cabo de manera individual en la vivienda de los usuarios. Cuando llega un caso pasa al equipo, formado por la psicóloga, trabajadora social y coordinadora del servicio, realizan una entrevista individual con el usuario. A partir de ese momento se busca qué profesionales son los más adecuados para cada persona.