El desigual desarrollo del Bulevar condiciona su actividad

D. ALMENDRES / Burgos
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Sin otras dotaciones que atraigan al ciudadano, solo las nuevas promociones urbanísticas pueden dinamizar un corredor que se abre al crecimiento del sector servicios ante la pérdida de negocios de alimentación y equipamiento

A la oferta de locales disponibles en el Bulevar se suman las decenas de solares aún sin desarrollar a lo largo de todo el corredor urbano. - Foto: Patricia

Su creación debía dar forma a un eje vertebrador de la ciudad. Fue una apuesta vital desde un punto de vista urbanístico y social, por no hablar de las soluciones que debía ofrecer al transporte público y privado. La eliminación de las vías del tren hace 15 años se fundamentaba en la cicatrización del paso norte-sur y lo cierto es que aún está a tiempo de conseguirlo, pero de ser así será en un futuro a muy largo plazo.

El desarrollo soñado del Bulevar está lejos de alcanzar los hitos planteados en origen y ello tiene un impacto directo tanto en la creación de negocios de proximidad como en la adaptación del pequeño comercio a lo largo del corredor aún inconcluso. Además, la falta de dotaciones de ocio y la ausencia de otras infraestructuras que acompañen a las promociones de viviendas impulsadas por la iniciativa privada también condiciona el aumento de la actividad diaria.

Los antiguos edificios levantados en su día de espaldas a las vías del tren no resultan atractivos o no están adaptados a las necesidades de los profesionales. Así, los negocios en primera línea de Bulevar se salpican a lo largo del recorrido y en las calles perpendiculares a la arteria principal el comercio clásico de alimentación y equipamiento cede poco a poco el protagonismo a otras actividades relacionadas con el sector servicios.

Nicolás Sánchez, de Calzados Sánchez: Nicolás Sánchez, de Calzados Sánchez: "La clientela es la de siempre porque no hay aparcamiento". - Foto: Patricia

Así, el perímetro que forma el entorno a ambos flancos de la avenida Valencia del Cid desde Las Veguillas hasta el barrio de El Pilar ha perdido un 22% de los establecimientos abiertos en 2010, cuando entraron en servicio los primeros tramos del trazado. 

El informe bianual de situación de la actividad comercial elaborado por la Federación de Empresarios de Comercio de Burgos y Giscom, junto a los datos históricos manejados por la propia FEC, reflejan que actualmente son 87 los locales con actividad comercial tradicional (alimentación, equipamiento de la persona y del hogar u otros servicios) por los 112 existentes a pie de calle en el comienzo de la pasada década. 

Una tendencia que tiene su réplica en otras zonas de la ciudad, acompañada del crecimiento de otras actividades que minimizan este impacto negativo al pasar de los 187 registros contabilizados en 2010 a los 239 sumados en la actualidad, lo que supone un crecimiento de 28%.

Casilda Mediavilla, Charcutería Carnicería Villanueva: Casilda Mediavilla, Charcutería Carnicería Villanueva: "Sí se nota más movimiento desde que no hay vías". - Foto: Patricia

Los servicios empresariales, los negocios dedicados a servicios estéticos o de salud -como los gimnasios- y aquellas iniciativas relacionadas con la hostelería toman la delantera en la creación de nuevos espacios, si bien la oferta supera con creces la demanda. 

Actualmente hay 298 locales vacíos en todo el entorno de un total de 624 registros, lo que supone un 47% en una zona de la ciudad en plena expansión y destinada a ampliar la oferta de lonjas disponibles a medida que se desarrollen todas las iniciativas previstas o programadas sobre el papel a lo largo de los cinco kilómetros y medio en línea recta que separan el barrio de El Pilar con el final de la calle de San Pedro Cardeña.

«El Bulevar sigue la línea de lo que pasa en otros puntos de la ciudad. Su comercio va más dirigido a los servicios básicos y a la hostelería porque no es una zona que invite al paseo comercial», resume Consuelo Fontecha, presidenta de la FEC. «Una cosa es que pensemos en cómo se puede desarrollar esta gran avenida y otra lo que es en este momento. El Bulevar no genera tránsito y es un paseo más deportivo que comercial», aclara.

La falta de dotaciones también suma. Solo el Andén 56 ofrece una oferta sólida, mientras que la antigua estación de trenes no se ha convertido en un punto de reunión o de atracción de ocio. Por su parte, otras dotaciones como las naves de Renfe siguen a la espera de desbloquear su futuro y de encontrar una nueva actividad que resulte interesante. Todo, con los comerciantes poniendo el foco de atención en la falta de aparcamientos necesarios para acercar a los ciudadanos de otras zonas.

De esta forma, el impulso de las nuevas promociones sostiene el crecimiento del sector. «No tiene atractivos y con ello no se generan nuevos hábitos. Nunca se paseó por ahí porque no hubo posibilidad y después no se ha generado lo necesario», lamenta Fontecha, quien abre la posibilidad a que la llegada de cientos de vecinos a las futuras torres Duo y Zenit cambie esta tendencia. «Entonces se puede hacer algo distinto porque existirá demanda y ello puede traer esos nuevos hábitos de consumo en el barrio», explica.

Nicolás Sánchez | Calzados Sánchez

«La clientela es la de siempre porque no hay aparcamiento»

Nicolás Sánchez es la voz de la experiencia y conoce al dedillo los entresijos del comercio en primera línea de Bulevar. Calzados Sánchez abrió sus puertas en 1981 en el entronque entre la calle Madrid y la calle San Pablo y a lo largo de más de 40 años ha conocido de primera mano la evolución y desarrollo de un entorno que se abrió a la ciudad con la eliminación de las vías del tren.

Aquello supuso un antes y un después para la capital, aunque este experto comerciante reconoce que ese cambio no trajo consigo un aumento significativo de la actividad. «Más o menos es lo mismo porque nosotros vivimos de la clientela de siempre», explica Sánchez.

A su entender, el principal motivo de que no se acerquen más clientes de otras zonas es que no resulta atractivo para el consumidor desplazarse hasta el Bulevar por la falta de estacionamiento disponible. «El problema es que no hay aparcamiento», zanja. «No sé cuántas plazas quitaron en su día y los clientes se quejan de que no tienen dónde parar para venir a comprar», añade. 

Pasan los años y Nicolás Sánchez tiene claro cuál es la clave para que el corredor tenga una mayor actividad y resulte interesante para el consumo. «El tiempo dirá si esta idea de Bulevar es la mejor porque también estuvo la posibilidad del soterramiento. Veremos si aquella opción era mejor pero, al menos, podían haber hecho aparcamientos subterráneos para solucionar esta situación», insiste.

El día a día marcará el devenir de los acontecimientos y las tendencias de consumo del futuro. De momento, «son los vecinos» quienes dan vida a un barrio que sigue a la espera de su máximo desarrollo.

Casilda Mediavilla | Charcutería Carnicería Villanueva

«Sí se nota más movimiento desde que no hay vías»

Casilda Mediavilla echa la vista atrás y valora de forma muy positiva el impacto que tuvo en su momento la eliminación de las vías del tren. Son 37 años de experiencia en un negocio que ha conocido dos establecimientos en la conexión con la calle Santa Cruz y la apertura del entorno ofreció un nuevo escenario a la Carnicería Villanueva. Luego, eso sí, toca enfrentarse a las circunstancias socioeconómicas del momento. «Ahora la situación no es la que todos quisiéramos», recuerda.

Las cosas cambiaron para bien con la creación del Bulevar y ese punto es vital para el desarrollo del barrio y del pequeño comercio. «Desde entonces se nota más movimiento», explica, para destacar la importancia de este paso urbanístico fundamental para entender y dibujar el Burgos del siglo XXI. Sin embargo, aún queda mucho trabajo por hacer hasta disfrutar del corredor ideado en su momento en el masterplan de Herzog & De Meuron. 

Mediavilla pone el foco en la falta de aparcamiento. «Es un problema muy gordo. Está clarísimo que hay muchos clientes que no vienen porque no tienen dónde parar», lamenta. «Todo se centra en las grandes superficies o en la plaza, donde sí ponen aparcamientos para que el cliente pueda ir, pero aquí tienen que hacerlo en doble fila y en dos minutos les puede caer una multa», añade.

La experiencia de esta comerciante y el conocimiento de los usos y costumbres de los consumidores del entorno hacen que su pronóstico a futuro anuncie pocos cambios para el comercio de la zona. «Burgos no es una zona de gran comercio y éste se concentra en el centro.El Bulevar no se va a desarrollar en ese sentido porque aquí se hace vida de barrio y es lo que es», explica.