Durante una investigación de la Guardia Civil de Huesca a una red de narcotráfico de la provincia aragonesa, aparecieron los nombres de cuatro burgaleses que, presuntamente, se dedicaban a comprar cocaína a esta organización para luego distribuirla a menor escala en la capital.

Todos ellos, según las pesquisas posteriores, vivían en el barrio de San Cristóbal y en sus respectivos domicilios encontraron bolsas con la droga ya preparada para los clientes, así como miles de euros en efectivo. Ahora, el Ministerio Fiscal pide para cada uno de ellos la pena de cuatro años y seis meses de cárcel. 

Todo se remonta, según el escrito de acusación de la Fiscalía, al año 2018. En virtud de las investigaciones llevadas a cabo por el Grupo de Delincuencia Organizada de la Guardia Civil en Huesca, se tuvo conocimiento de la presencia de una red dedicada al tráfico de estupefacientes. A lo largo de las diligencias abiertas por un juzgado de instrucción oscense, se determinó que una de las cabecillas tenía contacto con los cuatro acusados. 

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