El poder transformador del voluntariado para las personas

Redacción
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Más de 3 millones de españoles mayores de 14 años dedican parte de su tiempo a contribuir solidariamente a la inserción social y a atender de forma integral a las personas más vulnerables para así ayudar a revertir lacras como la pobreza

El poder transformador del voluntariado para las personas

En entornos marcados por la pobreza y la exclusión, muchas personas se encuentran atrapadas en un círculo vicioso del cual parece imposible escapar. Malik, un joven senegalés, conoce bien esta situación. Después de enfrentar innumerables dificultades en su país natal, decidió abandonarlo en busca de una vida mejor en España. Sin embargo, al llegar a Zaragoza, se encontró sin hogar y sin recursos, y abocado a afrontar un futuro incierto.

Malik fue uno de los afortunados que encontró un rayo de esperanza en la Fundación San Blas, una entidad dedicada a ayudar a las personas sin hogar en Aragón, en la que colaboran 60 voluntarios comprometidos con la lucha contra la pobreza. No son superhéroes, sino mujeres y hombres con una vida cotidiana como la de tantos otros y que han encontrado en su propia ciudad la forma de ayudar a otras personas que realmente lo necesitan. "Ellos me brindaron la confianza que necesitaba para creer que mi vida mejoraría", relata Malik. No solo le ofrecieron alojamiento, comida y cuidado personal, sino que también lo respaldaron emocionalmente y le brindaron la oportunidad de encontrar un trabajo. El apoyo desinteresado de los miembros de la fundación y los voluntarios no solo cubrió sus necesidades básicas, sino que también le permitió recuperar su dignidad y reconstruir su vida.

Hoy en día, Malik trabaja en una empresa metalúrgica y se siente lleno de orgullo por haber superado todas las adversidades. Pero no olvida de dónde viene ni la ayuda que recibió en su momento más difícil. "Nunca me rendiré", dice con convicción. Además, reconoce la importancia de ser una buena persona y de ayudar a aquellos que lo necesitan, pues su experiencia le ha enseñado a valorar la vida en su máxima expresión.

El de Malik es solo un ejemplo de los miles que hay a diario y que reflejan la necesidad y la importancia de contribuir a la inserción social y de atender de forma integral a las personas vulnerables. Esta dedicación se lleva a cabo, en la mayoría de los casos, por entidades sociales de carácter local, que actúan en pueblos y ciudades para ayudar a colectivos que necesitan ayuda frente a lacras como la pobreza o la vulnerabilidad. Y estas entidades pueden trabajar porque cuentan con el apoyo de voluntarios; personas que dedican su tiempo de forma solidaria a ayudar a los demás.

En España se calcula, tomando como referencia los datos del Observatorio del Voluntariado de 2022, que 3,3 millones de personas mayores de 14 años realizan voluntariado de forma habitual. Los hay de todas las edades y perfiles. En algunos casos, su trabajo recibe el apoyo de instituciones y empresas, como CaixaBank, que dispone de uno de los mayores programas de voluntariado corporativo de España e impulsa el 'Mes Social' para apoyar, mediante la implicación de sus voluntarios, el trabajo de las entidades sociales.

El lastre de la pandemia

Otro ejemplo de superación en el que el voluntariado ha tenido un papel clave es el de Juan, un hombre que, con 60 años, perdió su trabajo debido a la pandemia de coronavirus y acabó consumiendo todos sus ahorros. Atravesando una situación personal complicada, afectado de soledad, desesperación y miedo, llegó a dormir en la calle durante tres noches. Pero, gracias a un conocido, descubrió la Fundación San Blas y todo cambió. En apenas tres días, Juan consiguió un empleo en la Fundación La Caridad de Zaragoza.

El trabajo de los voluntarios y las entidades no solo devolvió a Juan la confianza en sí mismo, sino que también le permitió volver a disfrutar de la vida y a creer en su propio potencial. Ahora trabaja para la Fundación San Blas y considera a sus compañeros y voluntarios como parte de su familia. "Siento hacia ellos una gratitud indescriptible", afirma, porque, según dice, le han brindado una segunda oportunidad y ahora son un pilar fundamental en su vida.

¿Qué trabajo realizan estos voluntarios en lucha contra la pobreza? A veces, se trata de gestos de lo más cotidianos, como acompañar a niños en la lectura de un libro. 'Acompañamiento en la lectura' es un programa específico de Voluntariado CaixaBank que se desarrolla en múltiples ciudades de España y en el que durante el curso 2021/2022 participaron alrededor de 160 voluntarios. Su función consiste en, una vez por semana, acercarse al centro de una entidad local dedicada al apoyo a familias vulnerables y leer y comentar el texto con un menor de entre 9 y 12 años. Mayte Fernández, una voluntaria con más de cuatro años de experiencia en este programa, explica que se trata de sesiones personalizadas según los gustos de los estudiantes, lo cual no solo mejora sus habilidades de lectura, sino que también les acaba ayudando a tener confianza en sí mismos.

Ejemplo de esto es Cloe, una de las niñas beneficiarias de este programa, a través de la Fundación Simone de Beauvoir de León. Con entusiasmo, Cloe explica cómo disfruta cada martes de su sesión de lectura con la voluntaria. Gracias a esta dedicación, leer libros ha dejado de ser una tarea tediosa para convertirse en un momento emocionante y enriquecedor. Cloe lee más rápido y comprende mejor los textos, lo cual le emociona y satisface, además de mejorar su rendimiento académico.

El voluntariado también es una herramienta muy eficaz para luchar contra la pobreza a través del deporte y la cultura. Durante este mes de mayo, en el marco del 'Mes Social' de CaixaBank, se han impulsado una gran variedad de actividades de ámbito cultural y deportivo. Una de estas actividades se ha realizado con la colaboración de Toletum Kayak, un club de piragüismo inclusivo de Toledo, donde niños de la Asociación Paideia han disfrutado de un recorrido en kayak por el río Tajo. José Carlos Mateo, uno de los voluntarios que ha participado en esta actividad deportiva, destaca la importancia de estas experiencias para fomentar la confianza en los jóvenes. El esfuerzo, la superación y el trabajo en equipo son valores que se transmiten a través de estas actividades, permitiéndoles crecer y desarrollarse integralmente.

Por su parte, María Luz Gómez, otra voluntaria, destaca el impacto positivo de las visitas a museos en personas con discapacidad. En el marco del 'Mes Social', por ejemplo, los Voluntarios de CaixaBank y la Fundación Juan XXIII, que atiende a personas en situación de vulnerabilidad psicosocial, han organizado visitas a la exposición inmersiva de Tutankamón, que se celebra en el Matadero de Madrid. Según la voluntaria, las experiencias dirigidas a menores no solo amplían su conocimiento cultural, sino que también les permiten relacionarse con otros niños y vivir momentos de admiración. La sonrisa de los pequeños cuando descubren nuevas obras de arte o culturas es una recompensa infinita para los voluntarios. "Una de las mejores sensaciones que se pueden experimentar es ver la cara de fascinación de los niños cuando conocen la vida de antiguas civilizaciones", destaca María Luz.

Julia López, profesora del Centro Ocupacional de la Fundación Juan XXIII y hermana de uno de los niños beneficiarios, resalta la importancia de estas actividades para tejer relaciones sociales. Muchos de estos niños y niñas tienen oportunidades limitadas de interactuar con otros fuera de su entorno familiar. Los talleres y las visitas organizadas por los voluntarios les brindan la oportunidad de relacionarse, crear lazos de amistad y vivir experiencias positivas que enriquecen sus vidas. Es el caso de Rogelio, beneficiario de la Fundación Juan XXIII, que ha podido hacer nuevos amigos y disfrutar de una alternativa de ocio y diversión. "Me encantan las obras de Goya y Picasso", resalta orgulloso de mostrar su interés por la pintura.

Impacto positivo para todos

Pero la clave del voluntariado es que no solo tiene un impacto positivo en aquellos que reciben ayuda, sino también en aquellos que se ofrecen como voluntarios. Los testimonios de Mayte, José Carlos y María Luz destacan cómo dedicarse a esta labor brinda una profunda satisfacción interior y la oportunidad de tener un contacto directo con realidades a menudo lejanas a nuestras propias vidas. Para ellos, formar parte de estas actividades ha sido una experiencia transformadora y una fuente de aprendizaje constante.

Además, las historias del Voluntariado CaixaBank nos muestran cómo el compromiso y la vocación de solidaridad pueden trascender generaciones. Los hijos de María Luz y José Carlos han heredado este legado y ahora participan activamente en la construcción de un mundo más justo y solidario.

El voluntariado no solo es un acto de generosidad, sino una poderosa herramienta de transformación social que hace posible romper los círculos viciosos de la pobreza, la soledad y la exclusión para brindar apoyo, esperanza y oportunidades a aquellos que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad. Como cuentan estas historias, la labor del voluntariado va más allá de cubrir necesidades básicas, ya que también alimenta el alma y devuelve la dignidad a quienes más lo necesitan. Como muestran estas acciones, el voluntariado enseña que todos podemos marcar la diferencia en la vida de alguien y de dejar una huella positiva en el mundo.