El teatro que nace en el pueblo

ALMUDENA SANZ
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Repeine de Ibeas de Juarros, Teatro bajo la arena de Burgos y Cartel de Aranda de Duero disputan la final del Certamen Provincial en el Clunia este sábado, mañana domingo y el lunes. Ana Roncero cierra el martes

Tres obras se disputan la final del Certamen Provincial de Teatro de la Diputación en el Clunia.

Los 25 años del grupo Cartel de Aranda de Duero o los más de 10 de Repeine Teatro en Ibeas de Juarros se erigen en el mejor ejemplo del tirón y las bondades de las artes escénicas en el medio rural. Su acción se centra en sus pueblos y, en ocasiones, sus comarcas, rara vez en Burgos capital. Una la brinda el Certamen Provincial de Teatro de la Diputación. La final se la juegan tres obras en el Clunia (19.30 h., 3 euros). La citada Asociación Cultural Repeine representará Tengo un millón, de Víctor Ruiz Uriarte, este sábado; Teatro bajo la arena de Burgos escenificará Escríbeme a la tierra, de Enrique Sadornil, mañana domingo; y la ribereña Asociación Cultural Cartel bajará el telón el lunes con Aquí no pasa nada, una adaptación de Tres inocentes, de Pedro Herrero. La guinda, fuera de concurso, la pone Ana I Roncero con Flores arrancadas a la niebla, de Arístides Vargas, el martes. 

«El teatro es una manera de dinamizar el medio rural y generar unas sinergias de comunidad entre la gente de los pueblos. Para las personas mayores es, además, un ejercicio de memoria y una manera de sentirse activas. Estos vínculos están por encima de la técnica. Todo es positivo», explica Angélica Gago, directora del grupo de Ibeas, con 15 personas de entre 40 y 70 años procedentes también de las pedanías. «Somos una gran familia. Nos seguimos las vidas además de avanzar en el teatro, que es nuestro punto de unión», enfatiza. 

Una gran familia dibujan igualmente los miembros de Cartel desde que abrazaron al teatro como un puro divertimento. «Nos mantiene activos. Muchos somos jubilados y es una manera de ocupar el tiempo y estar atentos, además de tener la posibilidad de convertirte en una persona diferente cada vez», ilustra el director, Valentín Martín, y agrega que su misión se pinta clara: lograr que el público se olvide de las penas que lo azuzan. 

Todos convienen en que el Certamen Provincial de Teatro es una oportunidad de visibilizar su trabajo, de representarlo en la ciudad y de coger confianza para mantenerse en el camino, además de alentar la dinamización cultural en el medio rural. 

Saben lo que se dicen los de Cartel, que ya han perdido la cuenta de las estatuillas levantadas y las finales alcanzadas. Sumar una más es «el mejor colofón» para su 25 aniversario. «Ganemos o no, para nosotros es un reconocimiento al esfuerzo que hacemos», resume Martín y aplaude que la Diputación este año premie a los finalistas con dos bolos más en escenarios de la provincia. 

Para Enrique Sadornil, de Teatro bajo la arena, este encuentro es «una pequeña muestra de que no solo se hacen cosas en las grandes capitales, sino que también en los lugares más pequeños e inesperados te las puedes encontrar muy sorprendentes. Y está bien poder conocer lo que se hace». 

Están en liza los galardones a Mejor Escenografía, Dirección, Actriz y Actor protagonista, Actriz y Actor de reparto y menciones especiales al Mejor Proyecto Innovador y a la compañía de una localidad de menos de 20.000 habitantes. El jurado tendrá la última palabra en esta nueva cita con la escena que nace en los pueblos.