Las más de 3.100 personas que cumplirán 80 años en la provincia en el 2024, según datos del INE, podrán vacunarse contra el herpes zóster a partir del próximo enero en su centro de salud, ya que la Consejería de Sanidad acaba de anunciar que la protección frente a esta infección vírica - que es leve en la infancia, pero compleja en edad adulta- se ampliará a los nuevos grupos de riesgo pendientes de inclusión en el calendario de inmunización. Es decir, todos los nacidos en 1944, personas con el virus de la inmunodeficiencia adquirida (VIH), enfermos oncológicos que estén a punto de empezar la quimioterapia a causa de un tumor sólido, quien haya sufrido dos o más antecedentes de herpes zóster y pacientes con determinados tratamientos inmunosupresores. Esta vacuna, como todas en España, es voluntaria.

El herpes zóster es una infección vírica provocada por el virus de la varicela zóster; se trata del mismo que causa la enfermedad infantil, solo que, mientras que lo habitual es que en los críos curse sin complicaciones, en la edad adulta es más frecuente que se agrave, que provoque dolores fuertes e incluso secuelas invalidantes. Por ese motivo, hace ya años que en España se decidió proteger a determinados grupos de riesgo y, de hecho, el año pasado se aprobó extender la vacunación a las personas que cumplían 65 años en el 2023. Es decir, a todos los nacidos en 1958. A esta cohorte se añadió a última hora la de nacidos en 1957, por lo que Sanidad compró dosis suficientes para proteger a algo más de 10.000 personas de esas edades.

Este otoño se da un paso más con la generalización de la profilaxis entre los nacidos en 1944 a partir del próximo enero, a medida que vayan cumpliendo los 80 años. De esta manera, Castilla y León adecúa su calendario a las recomendaciones de la Ponencia de Vacunas del Ministerio de Sanidad, que aconseja extender de forma progresiva la vacunación entre las personas de entre 65 y 80 años.

La razón está en la eficacia probada de la vacuna frente al herpes zóster, que se administra en dos dosis, y también en la evidencia de que la mayor esperanza de vida va a provocar un aumento de la incidencia de esta infección. Y, según explica el Ministerio de Sanidad, aunque la mortalidad atribuible a la infección «es baja», las complicaciones que provoca «constituyen un importante problema de salud pública en España».

La responsable de Salud Pública en la Junta, Sonia Tamames, explicó en la última comisión de Sanidad en las Cortes, que «la población mayor no se siente en riesgo» porque, en esta Comunidad, el volumen de personas que envejecen sin problemas reseñables de salud es muy elevado.

Por eso se está haciendo el esfuerzo de concienciar a la población de más edad acerca de la importancia de la vacunación no solo en la infancia, sino a lo largo de la vida. Algo para lo que han sido de ayuda las campañas frente a la covid, muy interiorizadas.