Los contratos se frenan en el comercio y caen en la hostelería

B.G.R.
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La mayoría de los negocios del primer sector no tiene previsto reforzar plantilla. En el segundo se prevén 300 o 400 incorporaciones frente a las 1.000 de otros años

Los empresarios se siguen encontrando con problemas a la hora de encontrar profesionales para la restauración. - Foto: Valdivielso

La campaña de Navidad es vital para sectores como el comercio y la hostelería al representar casi la mitad de la facturación del año. Iniciada ya la época de compras y de celebraciones sociales, las patronales de ambas actividades económicas abordan los refuerzos de plantilla desde una posición más o menos optimista, aunque comparten que las cifras que manejan hubiesen sido superiores sin el crecimiento generalizado de los costes, una inflación disparada que afecta a los bolsillos de los consumidores y una reforma laboral que consideran que pone «trabas» a la hora de realizar contrataciones.

La Federación de Empresarios de Comercio (FEC) ha pulsado las intenciones de sus asociados a través de una encuesta elaborada recientemente. De ella se extrae que la gran mayoría de los negocios, un 71,4% no efectuará ninguna incorporación de personal para esta temporada alta, mientras que del 28,6% que sí que lo harán un 14,3% se plantea la posibilidad de prolongar los contratos eventuales hasta enero o incluso febrero, coincidiendo en este caso con las rebajas. 

El mayor número de contrataciones se producen en el equipamiento de la persona (ropa, calzado y complementos), seguido del  considerado como de alto componente de servicio, el del equipamiento del hogar y ya por último el de la alimentación. Son todos aquellos que están estrechamente vinculados a los regalos navideños y cuyas ventas en estas fechas pueden alcanzar el 40% de la facturación anual, tal y como subraya la presidenta de la FEC, Consuelo Fontecha, quien, a pesar de las cifras globales, valora «positivamente» ese 28,6% que ha previsto (o lo ha hecho) reforzar su plantilla. 

Fontecha precisa que ese porcentaje se sitúa «en línea» con el ejercicio prepandemia (2019), si bien se muestra convencida de haberse superado sin la reforma laboral actual. «Esa fórmula de fijo discontinuo lastra las incorporaciones extras en la que es la campaña más larga para algunos sectores, como los relacionados con lo que concierne a los regalos navideños, porque los empresarios no saben si podrán volver a contratar en otras épocas del año», subraya.

En la hostelería, la previsión resulta «negativa». Fernando de la Varga, presidente de la Asociación de Bares y Restaurantes, apunta a dos efectos que han hecho frenar estas incorporaciones temporales. Por un lado, asegura que la bolsa de empleo se encuentra en «mínimos e integrada por personal no formado» tras haber desaparecido un colectivo con bastante peso en el sector, como es el de los estudiantes que aprovechaban los periodos de vacaciones para «conseguir un dinero extra», tal y como precisa que ya ocurrió en verano.  

Por otro, señala directamente al fuerte incremento de los costes de la energía y de las materias primas. «Los empresarios están ajustando al máximo sus plantillas para poder ser más competitivos y no repercutir de manera manifiesta esa subida en los precios de los clientes», subraya, sin dejar de reconocer que esta situación puede afectar en algunos casos a la calidad del servicio en estas fechas, por lo que pide a los consumidores que «comprensión ante posibles demoras».

Del puente a Reyes. Al igual que Fontecha, De la Varga hace referencia a ese «freno» de la reforma laboral y calcula entre 300 y 400 los nuevos contratos de esta campaña, principalmente en el sector de la restauración, una cifra que, según destaca, queda muy lejos de los 1.000 de anteriores temporadas. La duración de los mismos va desde este puente diciembre hasta Reyes, apuntando en este sentido que los hosteleros «tirarán» de ese personal extra para la Semana Santa.

Al margen de las contrataciones, las dos patronales realizan sendas previsiones sobre la evolución económica de la campaña navideña.  El vicepresidente de la Federación de Hostelería vaticina que será «buena», asemejándose ya a la del ejercicio 2019, aunque condicionada a la meteorología y a «sorpresas de última hora en un mundo globalizado en el que cualquier situación anómala nos puede afectar». Traduce esa valoración cercana a la normalidad del año prepandemia en alcanzar un 80 u 85% de su facturación, teniendo en cuenta que aún recuerda la de 2021, «que se vaticinó como muy positiva pero que arrasó la sexta ola covid».

En lo que se refiere al comercio,  más de la mitad de los empresarios consultados (53,8%) considera que se mantendrán las cifras del ejercicio anterior, mientras que un 30,8% pronostica una disminución de las mismas y el 15,5% se muestra optimista al considerar que crecerán. No obstante y casi en la misma proporción, opinan que no se alcanzarán los niveles precovid. Con todo ello y valorando la anualidad completa, sus previsiones de cierre de 2022 pasan por que la mayoría (75,8%) incrementará o llegará a las cifras de 2021 y en el resto de los casos temen una bajada ligera o notable del resultado económico.

La presidenta de la FEC valora 2022 como un ejercicio que «no ha resultado malo» para el colectivo, aunque apunta a subsectores que continúan sin remontar, como es el del equipamiento de la persona. Hace referencia en este sentido a un repunte de la compra a través de internet que trajo consigo la pandemia y que ha provocado un «cambio de hábitos» en el consumidor, además de señalar la posibilidad de «derivar el gasto» a otros ámbitos como la hostelería. 

De cara a 2023, la incertidumbre planea en ambos sectores, que esperan la llegada de la estabilidad.