Malestar y hartazgo por un nuevo plazo incumplido en la A-11

L.N. / Aranda
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El proyecto definitivo entre Aranda y Langa se aprobó en julio de 2022. La ministra de Transportes dijo que la obra se licitaría este verano, pero no ha sido así y en la comarca ribereña los alcaldes lamentan este «paso atrás»: «Es otro hachazo»

La Nacional 122, a su paso por la comarca de la Ribera del Duero, soporta un elevado tráfico de camiones. - Foto: Alberto Rodrigo

Hartos de promesas incumplidas. Así se manifiestan los alcaldes de los municipios ubicados entre Aranda y Langa de Duero (Soria) después de que haya pasado el verano y el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana no haya sacado a licitación la conversión de este tramo de la Nacional 122 en la ansiada Autovía del Duero. El proyecto definitivo se aprobó en julio del año pasado. Después, en marzo, la ministra Raquel Sánchez anunció que las obras se licitarían este verano. Sin embargo, ha llegado el otoño y no se ha registrado ningún movimiento pese a que se trata de un trámite muy esperado   para ganar en seguridad vial.  

«Es un paso atrás, pensábamos que íbamos a tener en un tiempo nuestro tramo y una carretera más segura. Este es otro hachazo», lamenta el alcalde de Vadocondes, Luis Javier Herrera, al tiempo que reconoce cierto cansancio porque «creemos en su palabra, pero cada día dejan más dudas, se promete algo y luego no se cumple». A su juicio, la conversión en autovía «se necesita como el comer», porque la N-122 soporta un tráfico importante de camiones y porque «hay muchos accidentes, sobre todo, con animales». En esta misma línea se pronuncia el regidor de Guma, Raúl de Navas, quien habla de «pasos atrás» en materia de infraestructuras. «Estamos muy abandonados», clama molesto porque, según defiende, «hay muchos accidentes que se podrían evitar con la autovía». Tal como apunta, se trata de viajar «con más tranquilidad» y remarca que la comarca necesita la Autovía del Duero por seguridad: «Somos muchos en estos pueblos los que nos desplazamos a diario hasta Aranda para trabajar.

Ahora tienes que ir con mil ojos. La A-11 nos daría seguridad». De Navas pide al Ministerio que cumpla con su palabra. Más que nada porque este tramo suma diversos vaivenes. De hecho, se llegaron a contratar unas obras, pero luego se paralizaron, obligando a resolver el contrato en el año 2016. 

«Cuanto antes». Por su parte, el alcalde de Fresnillo de las Dueñas, Gustavo García, sostiene que «un proyecto así no puede estar tanto tiempo paralizado. Lo suyo es que si hay un compromiso se lleve a término cuanto antes». Más que nada por el tráfico muy elevado de vehículos pesados (en torno al 30%) que soporta esta carretera, lo que dificulta la circulación por la N-122 a su paso por la Ribera del Duero ya que éstos discurren a menudo en forma de convoyes.

García defiende que la conversión de la N-122 en la Autovía del Duero debe tener continuidad, en lugar de dilatarse tanto en el tiempo. «Se retrasa la infraestructura, pero el día a día sigue y la seguridad que aporta una autovía no la tienes en una nacional», concluye.