El Ayuntamiento de Burgos se sumó al Pacto de Alcaldes para el Clima y la Energía hace cuatro años y con ello se comprometió a reducir un 40% sus emisiones de CO2 en 2030, al uso de un 27% de energía renovable y a un ahorro del 27% en consumo energético. Para lograr este objetivo se ha diseñado el Plan de Acción para la Energía Sostenible y el Clima (PACES) que contempla 65 medidas para lograr estos objetivos y que requieren una inversión de 37,7 millones, de los que 17 se los lleva la implantación del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS). 

El Ayuntamiento se prepara para reducir de 1,5 millones de toneladas de C02 al año que la ciudad emite a la atmósfera a 906.225 toneladas en 2030 y para ello ha empezado a dar los primeros pasos apostando por energías alternativas. El área de Ingeniería Industrial sacará a concurso seis instalaciones de energía solar fotovoltaica que se ubicarán en los edificios de Policía Local y Bomberos, en las piscinas de Capiscol y San Agustín, los polideportivos de San Amaro y José Luis Talamillo y en el centro cívico de Gamonal Norte. Se trata de inmuebles en los que se ha advertido un consumo excesivo por su baja eficiencia energética y esto se quiere corregir. 

También se trabaja en una movilidad sostenible con la adquisición de 13 vehículos eléctricos para diferentes secciones municipales y autobuses a gas e incluso eléctricos, así como en la instalación de 10 puntos de recarga (los concursos ya están en marcha).

Paralelamente se realizará una auditoría energética en al menos 10 de los 18 colegios públicos, de cuyo mantenimiento recae en el Ayuntamientos y cuyos sistemas de climatización o calefacción no son eficientes y se quieren conseguir ahorros en la factura (...).

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