Cada semana, en la pequeña pista deportiva situada en los bajos de la autovía de Ronda, al inicio del parque de la Quinta, es habitual toparse con un reducido grupo de amigos practicando un deporte casi desconocido. Se mueven con destreza sobre sus bicicletas, llevan en sus manos un mazo de madera y, entre giros y quiebros, golpean una pequeña bola camino de la portería. Lo suyo, visto desde fuera, no parece ciclismo, fútbol o hockey. Se llama bicipolo (el nombre lo dice todo) y es una variante de esta disciplina de origen anglosajón donde se cambia el caballo por las dos ruedas. Y aunque suene a invento moderno cuenta con más de un siglo de existencia.

En España se practica desde hace no mucho (desde 2007) y a Burgos llegó hace nada. Concretamente, en el otoño de 2014 gracias al impulso de un puñado de aficionados que  acabaron creando una asociación (BiciPolo Burgos) para dar a conocer en la ciudad este juego. «Uno de los compañeros lo descubrió durante una estancia en Inglaterra. Le gustó tanto que a su vuelta comenzamos a practicarlo», explica Luis Javier Marquina, uno de los integrantes de la asociación. Desde entonces, más de un centenar de personas de entre 8 y 60 años han jugado con ellos a este «emocionante» deporte. 

«Lo único que requiere es un buen manejo de la bici ya que solo puedes llevarla con una mano porque en la otra tienes el palo. La mayoría de las personas que se enganchan a esto vienen del mundo BMX, trial o descenso y eso ayuda a dominar las dos ruedas», destaca Marquina.

El origen del bicipolo se remonta a 1891 y fue desarrollado por Richard J. Mecredy, un irlandés que fue periodista, escritor y ciclista. Para finales del siglo XIX se extendió por Gran Bretaña y Francia; también cruzó el charco para desembarcar en Estados Unidos, donde fue muy bien aceptado. Comenzado el siglo XX, se llevó a cabo la primera competición internacional entre los dos países europeos que lo jugaban entonces. Unos años más tarde, en 1908, el bicipolo participó como deporte de exhibición en los Juegos Olímpicos de Londres. Posteriormente, durante los años noventa, comenzó a tomar forma como movimiento y se celebró el primer campeonato mundial en EEUU.

En nuestro país este deporte está cogiendo fuerza en ciudades como Bilbao, Vitoria, Madrid, Barcelona, Zaragoza, Alicante y Coruña, donde ya se han formado ligas y participan en competiciones europeas. Precisamente hasta Zaragoza acudieron en 2019 los integrantes de la asociación burgalesa para sumarse a un torneo  internacional. Esto les llevó en 2021 a organizar una competición en Burgos, donde se dieron cita jugadores de varios países europeos. La segunda edición de este torneo se celebrará este fin de semana en la pista deportiva de Cardeñadijo y contará con la presencia de once equipos de Francia, España y Portugal. El sábado serán las rondas clasificatorias y el domingo los cruces  desde cuartos hasta la final. Un evento al que invitan a asistir a todos aquellos que quieran saber más de esta atrevida disciplina.