Jorge Bermejo

Aguas Abajo

Jorge Bermejo


Venirse muy arriba

21/04/2023

El enoturismo en nuestra zona cada vez coge más auge y esto es algo muy importante e interesante para nuestro entorno rural. Se ha conseguido día a día durante años por el esfuerzo de cada bodega, de cada ayuntamiento, de cada restaurante, etc.

El problema viene cuando alguna bodega se viene muy arriba y trata de mercantilizar más de la cuenta. Además de pensar que el enoturismo se puede llevar a cabo en horario europeo y tener un límite a las 17:00 h. A esa hora no da tiempo, si te has ido con cuatro amigos a comer un buen lechazo, como está mandado y como se les induce a los turistas. El negocio claro de las bodegas es elaborar vino y vender sus botellas al mundo entero. Que, además, se lleven a cabo visitas enoturísticas es una forma de dar a conocer la Ribera, la Denominación como marca y cada bodega con sus vinos. El fin del enoturismo es que la D.O. y todas las bodegas sean más conocidas y vendan más porque sus potenciales clientes en algún momento visitan enoturísticamente la Ribera haciendo un gasto que nos beneficia y eso les hace fans de Ribera del Duero y de las bodegas.

Pero si cuando te informas para ir a visitar una bodega te pegan un sartenazo, el resultado puede ser el inverso y espantar al turista con la gravedad que eso tiene… puede que el turista deje de visitar una bodega, pero puede que no pise la Ribera por semejante arrogancia.

Ejemplo reciente. Se pide presupuesto de 20 personas a una conocida bodega muy arquitectónica y pasan un precio de 100€euros por persona por la visita de 1h y tomar un vino posterior. Facturar 2.000 euros en 1h por una visita es una barbaridad por mucho que la botella a degustar cueste 55 euros, porque de cada botella salen 7 u 8 copas y se gastan 3 botellas. Cierto es que se pidió a las 19 h, fuera del horario europeo de dicha bodega, pero sigue siendo una barbaridad.

Llegar hasta aquí con el enoturismo ha costado mucho, no hagamos la tontería de reventarlo por venirse muy arriba.