Telmo Irureta, ganador del Goya como Mejor Actor Revelación en la última edición de los premios, dice en un momento del documental Cada persona es un mundo: «Tú llegas con tus piernas y yo con mi silla de ruedas, pero los dos llegamos». En apenas quince palabras, sintetiza el objetivo todavía pendiente de las personas con parálisis cerebral: evitar que la sociedad los encasille y les atribuya limitaciones que no tienen por qué darse. Y eso es lo que Luis Damián González quiere hacer ver con este trabajo audiovisual en el que aparece Irureta y que ahonda sobre la lesión, sus causas y consecuencias. «El propósito es divulgativo, pero también quería romper con cánones que imperan en la sociedad, como eso del 'pobrecito'», aclara.
González terminó el grado de Comunicación Audiovisual el pasado mayo -es egresado de la UBU- y eligió la parálisis cerebral como proyecto final al percatarse de su propio desconocimiento sobre la materia. Y eso que vivía al lado de la sede de APACE, la entidad que aglutina en Burgos a personas afectadas. Un día, casi por casualidad, entró al recinto con motivo del tradicional mercadillo solidario de primavera y empezó a comprender lo poco que sabía de sus vecinos. Entonces, trazó un esbozo de su proyecto y comenzó a desarrollarlo, en estrecha colaboración con la entidad.
Así, contó con el testimonio de usuarios (Paco Sanz y Jon Mendizábal) y el de familiares (Carmen Pascua). «Todos apoyaron la idea de huir del 'pobrecito' y de que cualquier persona impedida sea vista como si transmitiera pena, porque es algo contra lo que también se lucha en el ámbito de la parálisis cerebral», apunta González, quien se sirvió de profesionales de APACE como Raquel Casas, Alesandra Pardo y Nuria Yelda para crear un relato completo y divulgativo. «Pero enseñando más que intentando tocar la fibra», insiste.
La primera parte de Cada persona es un mundo ha completado el currículo académico de este graduado por la UBU y ya puede verse en Youtube y en redes sociales, a través de las que «se ha movido bastante». En gran parte, porque González creyó oportuno incluir a personas con proyección más allá de Burgos, como Irureta o, también, la primera persona con parálisis en doctorarse en la Universidad española: Clara Sánchez-Rebato, en la Complutense. «Ella es académica, tiene un recorrido increíble y él, como actor, está en el mundo del espectáculo, lo cual permitía optar a otros puntos de vista y hacer el documental más completo», apunta.
La grabación del trabajo proporcionó tanto material que González ya está trabajando en la edición de la segunda parte, en la que pretende ahondar más en el día a día de las personas con parálisis cerebral, en lo que supone vivir y convivir con esta lesión. «Se la debo a ellos», dice, matizando que espera tenerla lista a finales de año y que confía en que ayude a abrir otras mentes. «Ponemos etiquetas y actuamos sobre nuestra idea, aunque, en realidad, ni siquiera tengamos idea. Con todo eso me gustaría romper», concluye.