El turismo en Aranda repunta un 40% y roza el nivel precovid

L.N. / Aranda
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La capital ribereña recibió 6.483 visitas frente a las 4.672 de 2022. Un aumento que llega motivado por la vuelta de los grupos del Imserso, la reapertura de los museos y el auge de las despedidas de soltero

El Museo Casa de las Bolas, en Aranda de Duero, ha reabierto sus puertas recientemente tras años cerrado. - Foto: Luis López Araico

La recuperación turística está más cerca. Después de tres duros años por el golpe provocado por la crisis del coronavirus, Aranda de Duero ha emprendido el camino del crecimiento. Durante el primer trimestre de 2023, la capital ribereña recibió un total de 6.483 visitas, frente a las 4.672 que se registraron en el mismo periodo de 2022, lo que supone un aumento del 39%. Marzo fue el mes con mayor movimiento al contabilizarse 3.228 turistas, seguido de febrero con 2.159 y de enero con 1.096, según los datos facilitados por la oficina municipal de Turismo a este diario. 

Un empuje considerable que permite a la capital ribereña rozar las cifras en las que se movía antes de la pandemia. De hecho, se ha quedado a poco más de 90 visitas para igualar las 6.578 consultas que se produjeron en el primer trimestre de 2019. Ahora bien, si se analiza únicamente el mes de marzo, se observa que se ha superado el nivel previo a la crisis de la covid: en marzo de 2019 pasaron por la oficina de Turismo 2.918 personas y en el mismo mes de este año, 3.228.

En cuanto a la procedencia, una vez más, los madrileños ganan por goleada al representar el 22% del total, con 1.322 visitas. Les siguen los castellano-leoneses, con 1.029 consultas, y los catalanes, con 551. Entre quienes se decantan por descubrir Aranda también figuran 334 extranjeros, procedentes de Francia, Venezuela, Costa Rica, Panamá, Argentina, Corea del Sur, Estados Unidos o México, entre otros. 

Fuentes del sector detallan que entre los factores que explican este repunte a nivel turístico se encuentra la reciente reapertura de dos de los museos de la capital ribereña (cerrados durante varios años) o la vuelta de los grupos del Imserso. Beatriz Hernando, responsable de Ribiértete, una empresa dedicada al turismo y enoturismo, califica el primer trimestre como «fenomenal» y apunta que, por ejemplo, enero «fue el mejor de los últimos años». A ello se suma el auge de las despedidas de soltero que registra Aranda, donde llegan grupos de amigos que dejan unos 250 euros de gasto por persona. 

Por su parte, el presidente de la Ruta del Vino Ribera del Duero, Miguel Ángel Gayubo, constata que se ha notado un aumento de turistas y que estos días de Semana Santa alojamientos y bodegas han estado «a tope» por el tirón del enoturismo. «Cada vez despierta más atractivo. Quienes vienen a la comarca visitan sí o sí las bodegas y compran vino y eso es muy importante».