A la entrada a Burgos desde la A-1, justo a la altura del llamado 'nudo Landa', es casi una tradición ver encenderse las luces de freno de casi todos los vehículos. Un enorme cartel luminoso advierte de la presencia de un radar fijo colocado en ese mismo poste. Junto contra señal a la altura del restaurante El Alfoz, da los avisos necesarios a cualquier conductor para que no le llegue a su casa una 'receta'. Pues bien, no parecen suficientes para reducir el número de infracciones que detecta este dispositivo. Pasan los años y las multas no solo no cesan, sino que no paran de incrementarse. Esto convierte a este cinemómetro en uno de los que más sanciona de toda España. En 2022 incluso llegó a batir el récord. 

El del kilómetro 234 sentido creciente de la autovía que une Burgos con Madrid es el primero de los radares de Castilla y León que aparece en el 'Top 50' de los que menos se respetan de todo el país elaborado por la Dirección General de Tráfico. El año pasado 'cazó' a un total de 31.028 conductores que sobrepasaron el límite máximo de 100 kilómetros por hora de este tramo. Eso le colocan como el decimoquinto que más infracciones detectó en 2022. 

Fueron casi 12.000 multas más que el año anterior, de ahí que escalase diez puestos en esta clasificación que anualmente publica la DGT. Iguala, así, la misma posición que en 2017. Aunque con casi 9.000 denuncias más. Porque el número de infractores denunciados el pasado ejercicio fue el más alto de su historia, según esa misma estadística. 

No es el único cinemómetro de la provincia que aparece en este listado. En el puesto número 30 está otro ubicado a escasos 40 kilómetros del mencionado del 'nudo Landa'. También en sentido Burgos, en el 194 a la altura de Quintanilla de la Mata, la cabina colocada en la mediana detectó a un total de 21.592 vehículos que sobrepasaron los 120 km/h permitidos en este punto de la A-1. 

En este caso, hubo un ligero descenso con respecto al ejercicio anterior, cuando este dispositivo llegó a alcanzar las 21.994 multas al de la entrada a la capital, su récord histórico. No obstante, tanto en 2021 como en 2022 se doblaron las denuncias con respecto a los años previos a la pandemia, cuando solía sancionar de media a unos 11.000 conductores al año. Cabe recordar que a menos de un kilómetro hay un cartel ubicado en la margen derecha de la carretera que advierte de la presencia de este cajetín. 

Teniendo en cuenta que el pasado año, entre radares fijos y móviles -que suele colocar habitualmente la Guardia Civil-, se notificaron un total de 103.561 multas por exceso de velocidad, el listado elaborado por la DGT refleja que la mitad fueron detectadas por los dos aparatos de la A-1.