Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


O Sánchez o España

11/04/2023

La ironía no es la figura retórica que mejor utiliza el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, sobre todo cuando los hechos se encargan de desmentir aquello que pretende aclarar. Afirmar, como ha hecho el líder popular, que Isabel Díaz Ayuso no representa una de las dos almas del PP e intentar negar la evidencia, ha sido un intento vano durante la comparecencia de ambos en un acto público en Madrid. Feijóo anima, valora, y empuja a la presidenta madrileña a que consiga los mejores resultados en las elecciones del 28-M porque contribuirá a allanar el camino para que llegue a La Moncloa. Pero sabe también que es quien mejor posicionada se encuentra para sustituirle en el caso de que fracase en el único intento que tendrá en el mes de diciembre, por encima de Juan Manuel Moreno Bonilla, el presidente andaluz, más identificado con el alma de la moderación que representa Feijóo. Ahora bien, lleva razón cuando viene a señalar que es mejor tener dos almas que tres, como le ocurre al gobierno de coalición en la actualidad.

De la relación entre Feijóo y Ayuso se trasluce que están en periodo de conllevanza con los equipos respectivos, mirándose de reojo y con la sensación de que, por ahora, la presidenta madrileña se ha impuesto a su presidente cuando este ha intentado traducir la moderación verbal en hechos políticos. Léase la abortada renovación en el último minuto del Consejo General del Poder Judicial. Además, Ayuso se ha caracterizado por dar todas las batallas culturales que se han desatado tras las leyes del Gobierno de coalición, mientras que Feijóo procrastina entrar en ellas por cálculo político. La presidenta madrileña es la adelantada en la estrategia de recuperar los votantes de Vox, por la vía de acercarse a sus postulados ideológicos, de tal forma que la Comunidad de Madrid va a ser el laboratorio de lo que pretende el PP a nivel general, alcanzar mayorías suficientes que permitan prescindir del partido de ultraderecha, lo que le conviene a Feijóo: Gobiernos fuertes de carácter monocolor.

Ayuso y Vox han sido socios parlamentarios en los últimos dos años, y la presidenta madrileña no ha logrado aprobar ninguno de los tres últimos presupuestos de la región. Si hace dos años Vox renunció a entrar en el gobierno autonómico no es esa la estrategia que seguirá tras las elecciones del 28-M. Rompieron la alianza cinco minutos antes de que se convocaran las elecciones autonómicas, para que cada partido siguiera su camino. La correlación de fuerzas entre el PP madrileño y Vox que salga el 28-M marcarán la línea entre el éxito absoluto y el relativo de Ayuso.

Isabel Díaz Ayuso ha desvelado las líneas generales de la que será su campaña electoral, basada una vez más en el caramelo fiscal, con el anuncio de que reducirá en medio punto el IRPF en todos los tramos dentro del ámbito de su competencia y que el leitmotiv de su campaña será "o Sánchez o España", por el riesgo que supondrá para la unidad de España y el respeto a las libertades la permanencia del actual inquilino de La Moncloa, en línea con su idea de que los oponentes que compiten con ella en Madrid se le quedan pequeños, lo que aderezará con la mezcla de victimismo por el "cerco institucional" del Gobierno y la reivindicación de su gestión, pese a las sombras en muchos servicios públicos.