Belén Marticorena

Sobreviviendo en la Jungla

Belén Marticorena


Trece de junio

09/06/2023

La interminable huelga de justicia continúa, así que me empiezo a plantear un cambio de rumbo profesional, porque parece que se quieren cargar el sector, y es evidente que a nadie parece importarle o tener ningún interés en que la justicia funcione. Quizás es porque así, de manera sutil, se están cargando de un plumazo el tercer poder, el poder judicial, y con ello se elimina la última garantía y control básico de nuestros derechos. Pues nada, como somos así de inteligentes, habrá que ponerse a otra cosa mariposa. Podría darme por ser influencer que parece ser lo más en estos tiempos, pero lo cierto es que ya no tengo edad ni ánimo, y nadar ahora mismo en la inmensidad del postureo tampoco me parece tan buen plan. Tal vez me vaya hacia las ramas del medio ambiente y la sostenibilidad, eso que nunca sé muy bien qué es pero con lo que todo el mundo se siente tan comprometido, y que ahora mismo nos obliga a empezar a utilizar nuevas fuentes de energía alternativas como paneles solares, molinos de viento o la propia energía nuclear, esa que, por otro lado, ha sido atacada a destajo y suprimida de la faz de nuestro país durante estas últimas décadas. Ignorante como soy en esta materia, he buscado a alguien que sabe mucho, un tal Bill Gates, que lleva tiempo dedicándose a buscar una nueva forma de energía que no tenga casi coste y que sea lo más limpia posible, y al parecer ya la ha encontrado, poniendo en marcha de inmediato su producción.

Ante esto, me pregunto por qué mi querido Burguitos, al que han borrado del mapa nacional en los últimos planes, dejándonos aislados y sin ningún futuro, no opta y se propone ser la ubicación de una nueva planta nuclear de esta innovadora energía, barata y limpia. Sí, tal vez debamos promocionarnos y proponernos para cuestiones verdaderamente ambiciosas y arriesgadas. Burgos ha sido una ciudad valiente y avanzada en tiempos pasados, sería bueno volver a estar un poco locos y luchar por aparentes imposibles que nos acaben trayendo, como mínimo, algo de modernización.

Solo es una loca idea, supongo que podemos empezar por mostrar nuestro enfado manifestándonos el 13 de junio. Burgos debe hablar y debe hacerlo alto y claro.