El turismo rural colgará el cartel de completo en Semana Santa

I.P
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A seis días de las fechas más esperadas del año por los propietarios de estos alojamientos, hay buenas expectativas. Los clientes vascos y madrileños son mayoría, sin rastro de extranjeros

Para muchos pueblos de la provincia, los cuatro días de Semana Santa suponen una inyección económica importante con gran afluencia de turistas, como es el caso de Puentedey, en las Merindades. - Foto: Jesús J. Matías

La Semana Santa es sinónimo de movilidad y la fecha que más esperan los dueños de los alojamientos de turismo rural de la provincia. Desde el Jueves al Domingo de Resurrección, e incluso al lunes al ser festivo en el País Vasco, las carreteras se colapsan con ciudadanos dispuestos a aprovechar esos días. Muchos de ellos tienen como destino las playas, pero otros tantos buscan la tranquilidad del campo y de las casas y hoteles de turismo en el territorio burgalés.   

Con las cifras de ocupación rural prácticamente recuperadas tras la pandemia, las expectativas para la próxima semana son muy buenas, incluso ya para este fin de semana al comenzar desde ayer las vacaciones escolares en varias comunidades autónomas. Ana Peña, la presidenta de la Asociación de Turismo Rural de la Provincia de Burgos, Turalbur, que engloba a 60 propietarios, asegura que se colgará el cartel de completo en prácticamente todos los alojamientos, aunque también incide en que a fecha de hoy, seis días antes del inicio de las fiestas, aún quedan plazas en algunas casas rurales, por lo que en estos momentos se rondaría el 95% de ocupación, pero está convencida de que los próximos días las reservan lleguen al 100%. 

Como es habitual, el turismo rural en la provincia estas fechas de Semana Santa es nacional, sin apenas rastro de extranjeros. Las comunidades de procedencia siguen encabezadas por los clientes vascos, madrileños y de provincias limítrofes de Castilla y León, La Rioja o Navarra. Los primeros aprovechan su cercanía al norte de la provincia para disfrutar durante unos días de los alojamientos de la comarca de las Merindades, mayoritariamente, mientras que el resto se mueven más por las zonas del Arlanza, Ribera del Duero y el Alfoz de Burgos. El perfil de los clientes es el de familias y grupos de amigos, ya que buena parte de las casas rurales se alquilan al completo.

Peña asegura que, a pesar de que 2022 y lo que llevamos de año el balance es muy positivo, sigue sin ver alegría en las reservas, «es un goteo pero espaciado, no como antes que no dejaba de sonar el teléfono y las reservas de Semana Santa se hacían con muchos meses de antes», añade la presidenta del colectivo.

En todo caso, sus dos casas rurales, Toba I y Toba II con 20 plazas entre ambas, en la localidad de Bezana, están completas durante los cuatro días de Semana Santa, por clientes procedentes des Bilbao.
Raquel Tajadura, que abrió La Casa de la abuela Lupe hace apenas tres meses, también tiene todo completo para los cuatro días de Semana Santa, además con reservas realizadas hace ya varios meses, puntualiza. Este alojamiento de Tardajos cuenta con 16 plazas y tiene un gran patio y piscina climatizada, atractivos que sin duda 'enganchan' a los usuarios, que en esta ocasión es un grupo familiar y proceden del País Vasco. Este primer fin de semana de abril la casa está igualmente ocupada.

También ha colgado el cartel de completo La Solana, de Frías, localidad que es un referente en el norte de la provincia en turismo rural, explica su dueña, Silvia Martín. Con cuatro habitaciones dobles, en su caso, las reservas están hechas desde octubre del pasado año. En esta ocasión, los clientes llegan el miércoles desde el País Vasco para disfrutar de los encantos de Frías y su entorno, alargando incluso la estancia hasta el lunes día 10. Silvia reconoce que en estas fecha y los fines de semana hasta verano, los clientes suelen ser vascos, madrileños y de Castilla y León, mientras que en verano se acercan turistas andaluces y del Mediterráneo y con estancias más largas.

La casa rural Bigotes de Arlanzón, propiedad de Francisco Hernansanz, también tiene ocupadas las 6 plazas durante los días centrales de Semana Santa, al igual que el hotel rural Doña Sancha, en Covarrubias, que regentan Alberto y Carmen. En la villa rachela, el turismo en estas fechas es un recurso económico muy importante, aunque Alberto dice que este año se ha notado que las reservas están llegado más tarde. En todo caso, llenarán de Jueves Santo a Domingo sus 28 plazas, reconoce, y apunta que desde hoy hasta el miércoles 5 están completos porque pasado mañana se abre la veda del corzo y vienen muchos cazadores.