No es la primera vez que Burgos confronta su sueño de ser CapitalEuropea de laCultura con el exigente reto de estar preparado para merecer y recibir tal distinción. La experiencia del proyecto impulsado para la convocatoria de 2016 demostró que la ciudad está en condiciones de competir contra cualquier candidatura en este concurso internacional, pero lo ocurrido también debe servir para aplicar en este segundo intento los aspectos a mejorar y lograr así el objetivo marcado para 2031.
Todas las ciudades españolas aspirantes aún calientan motores y es pronto para sacar conclusiones generales, tanto positivas como negativas. Incluso, algunos municipios interesados ni siquiera han decidido aún si se presentan a la línea de salida de esta prueba de obstáculos. Sin embargo, el suficiente margen de maniobra disponible y la comparativa inicial con el resto de candidaturas no tapan la realidad de un plan burgalés que aún no ha definido sus puntos fundamentales.
«El 'Renacimiento' de las ciudades medias como modelo de desarrollo» es la base sobre la que se apoyarán todos los esfuerzos a realizar a lo largo de un 2024 decisivo para la suerte de una iniciativa todavía cogida con alfileres. Promueve es el instrumento que canalizará todos los esfuerzos a realizar, pero 11 meses después de la presentación oficial de la candidatura burgalesa los avances protagonizados apenas son tangibles. «Vemos dónde estábamos, qué tenemos ahora y hacia dónde vamos con la mente en ese primer examen de junio de 2025. Burgos tiene que ser una de las ciudades que pase ese corte», zanja el concejal y presidente de la entidad coordinadora, César Barriada.
(Más información en la edición impresa de Diario de Burgos o aquí)