Pancorbo se alza como un lugar tranquilo, familiar, con verdes parajes y calma a raudales. Sin embargo, durante la madrugada del lunes este ambiente habitual se truncó, ya que unos delincuentes entraron en dos naves públicas para desvalijarlas por completo. Ambos almacenes se utilizan con el mismo fin, ya que guardaban maquinaria diversa. Sin embargo, uno pertenece a la propia administración municipal del pueblo situado a escasos kilómetros de Miranda y el otro es propiedad de la mancomunidad  de Desfiladero y Bureba.

Precisamente, desde estas administraciones explican que se quedaron muy sorprendidos a primera hora del martes, cuando se dieron cuenta de los hechos. En este sentido, según los primeros indicios, todo apunta a que los ladrones entraron por la parte trasera de las instalaciones haciendo un agujero en la verja metálica. A continuación, acudieron a las puertas principales de cada nave y, aparentemente, emplearon una palanca para forzarlas. Una vez dentro se llevaron desde motosierras hasta sopladores, pasando por taladros eléctricos, desbrozadoras y todo tipo de instrumentos esenciales para los operarios municipales.

Además, los delincuentes también se llevaron del lugar una furgoneta que pertenece a la mancomunidad. Eso sí, el vehículo no lo robaron finalmente, sino que terminaron abandonándolo en un camino situado a unos tres kilómetros de las instalaciones que fueron víctima del asalto. Sobre ello, la tesis que manejan en Pancorbo pasa porque los ladrones emplearon ese medio de transporte únicamente para trasladar el material robado a un lugar alejado de todas las viviendas y, una vez allí, lo colocaron en el maletero de otro automóvil de grandes dimensiones.

Una nave pertenece a la mancomunidad Desfiladero y Bureba y la otra, a Pancorbo. - Foto: A.B.

En cualquier caso, los autores de estos hechos tuvieron un cuidado milimétrico, porque no dejaron ni un solo testigo. Ahora bien, los responsables de Pancorbo y los de la mancomunidad deDesfiladero y Bureba disponen de un recuento exhaustivo de los enseres desaparecidos por lo que saben qué les robaron. Conforme a los cálculos iniciales, estiman que el roto para la administración pública supera los 30.000 euros (...).

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