La recogida neumática, un largo recorrido aún por explorar

D. ALMENDRES / Burgos
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Una década después del estreno del sistema de recogida de residuos, su expansión y desarrollo sigue a la espera de una implantación generalizada

Vista general de la central situada en San Pedro y San Felices. - Foto: Luis López Araico

En un principio era un sistema esperanzador y con un gran futuro por delante. Ahora se presenta como una solución casi obligada para la correcta gestión de los residuos urbanos y para abaratar costes. Sin embargo, han pasado diez años desde la inauguración de la central de San Pedro y San Felices y la ciudad no ha dado con la tecla para desarrollar la ansiada red de recogida neumática.

Era el mes de febrero de 2013. El entonces alcalde, Javier Lacalle, presentó la puesta en marcha de la planta situada en la zona sur. Su objetivo, dar servicio a 700 viviendas en el comienzo de un plan ampliable hasta los 2.400 domicilios. La inversión alcanzó los 4 millones de euros y dejó dos promesas: este sistema no tendría penalización en la tasa de basuras y se ampliaría a otros puntos de la ciudad.
Fuentecillas, el S-3 y el S-4 eran los lugares señalados por la administración local. Incluso, el Ayuntamiento incorporó al planeamiento la obligatoriedad de implantar la recogida neumática o automática de residuos en los nuevos sectores residenciales. Sin embargo, la crisis del ladrillo frenó el desarrollo de este sistema y solo el barrio de Cellophane se sumó entonces a esta iniciativa.

Los años pasaron y un lustro más tarde la ciudad recuperó esta idea con la mente puesta en el futuro, puesto que en los mencionados S-3 y S-4 aún no había un número suficiente de residentes para asegurar su rentabilidad. El retraso de la urbanización de algunos sectores estratégicos condicionó la hoja de ruta y obligó a renunciar en ese momento a la construcción de una nueva central de residuos.

Ya en 2019 volvió a reactivarse un proyecto incluido posteriormente en el Plan de Prevención y Gestión de Residuos Municipal 2021-2026. El texto establece una inversión total que ronda los 10 millones de euros para desarrollar la extensión de la red y la construcción de nuevas centrales.

La apuesta principal sería la instalación de este sistema en Gamonal para dar respuesta al barrio más habitado de la ciudad y con una mayor densidad de población. Artillería fue la primera ubicación planteada, pero finalmente el emplazamiento elegido son las traseras del colegio público Juan de Vallejo.

El radio de acción de la futura central neumática se centraría inicialmente en la calle Vitoria, pero podría dar servicio hasta Capiscol gracias a una red de tuberías de dos kilómetros para llegar a las 10.000 viviendas. 

Este planteamiento defendido por el anterior equipo de Gobierno llega ahora a manos del nuevo Ejecutivo municipal, dispuesto a coger el testigo del proyecto. 

Los sistemas de aspiración se presentan como una interesante alternativa logística por sus ventajas medioambientales, su funcionalidad, su estética y la menor ocupación de la vía pública.

Asegurada la voluntad política, queda por comprobar si este nuevo intento queda olvidado en un cajón como ocurrió con los anteriores o si las inversiones previstas quedan bloqueadas en el camino. El concejal de Medio Ambiente, Carlos Niño, se muestra partidario de apostar al máximo por este plan. Sin embargo, asume que la cuestión requiere presupuesto, tiempo y el entendimiento con el área de Urbanismo.