El sentimiento por el balonmano continúa creciendo sin límites en Aranda. Ejemplo de ello lo refleja el Villa de Aranda, cuya sección femenina crece a pasos agigantados año tras año. Tras alcanzar unas cuotas históricas a nivel de inscripciones en la base, el balonmano femenino senior por fin tendrá su representación propia a nivel competitivo. Luego de meses de trabajo, el Villa de Aranda contará con su propia escuadra en Primera Nacional.
«La sección femenina está en continuo crecimiento y no nos marcamos un límite», comenta Juan Pablo Berdón, presidente del club. Por primera vez en su historia, el Villa de Aranda contará con hasta seis equipos femeninos en sus filas. Dos planteles infantiles, dos cadetes, uno juvenil y uno senior se enfundarán la elástica amarilla para esta temporada. Al mando de toda la sección estará Martín Rechimón, asistido por Mario Brogeras, Antonio Minguito y la encomiable labor de delegadas y varias jugadoras de la propia academia.
Fuera de este bloque, Rechimón destaca también la importancia del trabajo de las escuelas. Con el propósito firme de tener un día más de trabajo en ellas, el entrenador asegura que «los talleres de polideportividad no son suficientes», por lo que ve necesario este tipo de iniciativas «para interiorizar los conceptos más técnicos» antes de que los deportistas se sumen a la competición en etapa infantil.
Fruto de su brillante trabajo desde las edades más jóvenes, el Villa de Aranda tendrá por fin el premio por el que tanto había peleado durante los últimos años: el equipo senior femenino. «Todos sabemos las dificultades que surgen en Aranda cuando acaban juvenil. Muchas se tienen que ir a estudiar fuera y por ello creemos que un equipo senior nos puede ayudar a terminar de potenciar el trabajo que llevamos a cabo en la base», explica Rechimón.
No obstante, no duda en atribuir buena parte del mérito de este nuevo proyecto a la comprometida implicación de las jugadoras. «Ver que un equipo senior sale por el entusiasmo y compromiso de las propias jugadoras, hace que las más pequeñas se contagien», confiesa. Un propósito cumplido cuyo ingrediente secreto convive en el día a día de Martín Rechimón: el amor por el amarillo. «Aquí se vive un ambiente que combina la competencia con un clima familiar y pasional», expone.
Volver al 40x20. Cuando la pasión y los sueños se unen, pocas cosas puede evitar el destino. Algo así se podría decir del nuevo equipo femenino senior del Villa de Aranda. Un proyecto serio, cargado de sentimiento y con el objetivo de que la competición deje de ser algo olvidado una vez se finalizan las etapas formativas. Por ello, los nombres de Ainhoa Calleja y Diana Martínez no sólo resultan familiares dentro de la pista por su labor como jugadoras. Su tesón y trabajo desinteresado ha supuesto una parte importante para que el equipo se formase. Horas y horas de mensajes y conversaciones con el club han concluido en un sueño hecho realidad.
«Es toda una oportunidad tanto para nosotras como para las de detrás. Es importante dar un ejemplo para que las pequeñas tengan la oportunidad de quedarse en Aranda», explica con una sonrisa Ainhoa, la cual destaca también «a la familia que se crea» dentro de este club. Para Diana, este paso supone «un orgullo para que las más jóvenes tengan las referentes que nosotras mismas no hemos podido tener».
A la espera de calendario oficial, las propias jugadoras no pueden evitar sonreír impacientemente. Tras años de lucha, ya no existe una barrera que las impida disfrutar a nivel competitivo de lo que más las gusta: el balonmano.