Una dotación de los Bomberos de Burgos se ha trasladado esta mañana a los locales de la calle Calvario, que tantas quejas estaban suscitando entre los vecinos, y han procedido a su cierre provisional con unas tablas de madera para evitar que acudan okupas. En los próximos días se procederá a la limpieza de todos los restos de basura para evitar olores en los portales de al lado.
Los vecinos se congratulan de que finalmente el Ayuntamiento haya actuado de manera subsidiaria ante la inacción de los propietarios para evitar lo que se había convertido en un foco de okupación, trapicheo de drogas y suciedad.
La situación se había vuelto "insostenible", dado que cada día el trasiego de personas es mayor y a ello se añade el peligro que conlleva que estén realizando fuego en el interior para cocinar o calentarse, lo que preocupa a los residentes de los portales de al lado. "Hay un olor nauseabundo y las ratas ya campan a sus anchas. Además, viene el invierno y hacen fuego. A la mínima chispa vamos a salir ardiendo", aseguró Jorge, uno de los vecinos.
Tapian provisionalmente los locales de la calle CalvarioLos residentes tenían miedo a la hora de pasar por delante de los locales y estaban preocupados, especialmente, por sus hijos. En numerosas ocasiones han llamado a la Policía Local para que actúe pero poco pueden hacer los agentes salvo apercibir a las personas que se reúnen en los locales.
Vista de uno de los locales. - Foto: DB