Una vez acabados los exámenes de la EBAU y con un pié en la Universidad, muchos jóvenes aprovechan las semanas de vacaciones para intentar sacarse el carné de conducir antes de que empiece el curso académico. Sin embargo, lo que hace años era un clásico del verano, ahora se ha convertido en una situación un tanto excepcional. La llegada de los Sampedros a finales de junio, los viajes de fin de curso con los amigos en julio, las vacaciones con la familia en agosto y las fiestas de los pueblos cada fin de semana, son algunas de las excusas que ponen muchos estudiantes para evitar sacarse el permiso de conducir durante este periodo estival.
Aunque la demanda haya descendido, el número de alumnos matriculados en las autoescuelas burgalesas durante los meses de verano son mayores que los inscritos en el resto del año. Los directores de las autoescuelas Quintanilla, Burgatti y CTC coinciden en que a pesar de no dar abasto durante estos meses, no hay el mismo boom de alumnos que hace cinco años. Para ellos, la falta de interés de los jóvenes viene motivada por la dificultad de financiación, la ausencia de un vehículo propio o incluso los cambios en el calendario académico. «Los cursos cada vez terminan más tarde y empiezan antes, lo que dificulta la adquisición del permiso durante estos meses», asegura Ramón Gutiérrez, director de la autoescuela CTC. Además, las alternativas de movilidad más económicas implantadas en los últimos meses en servicios ferroviarios y de autobuses, hacen que el permiso de conducción a los 18 no sea una prioridad.
Los aspirantes más indecisos también se ven condicionados por la disponibilidad y el tiempo que requiere adquirir dicho permiso. Sacarse el carné durante el verano se está convirtiendo en misión imposible. Hay quienes pisan el acelerador para tratar de sacarse el permiso completo durante estos meses, aunque según Gabriel Carrillo, director de la autoescuela Quintanilla «aprobar todo en verano roza casi lo inalcanzable».
La falta de personal encargado de examinar a los futuros conductores es la principal causa de esta situación. Esto no solo afecta a los alumnos que ya están inscritos en una autoescuela, sino a los futuros nuevos alumnos que se quieren apuntar. «La primera pregunta que me hace la gente cuando viene a la autoescuela es si se van a poder examinar en verano», afirma Víctor Gutiérrez, vicepresidente de la Unión Provincial de Autoescuelas de Burgos y director de la autoescuela Burgatti (...).
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