A la entrada de la galería de tiro de la Comisaría Provincial se pueden leer tres palabras: congruencia, oportunidad y proporcionalidad. Son el resumen de un decálogo que para los policías es como el Padre Nuestro a la hora de echar mano al arma. Pero no sólo las de fuego, también las que son menos letales. Hace un mes que los agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comisaría Provincial han incorporado las pistolas táser, una herramienta que no ha gozado de muy buena fama, pero que en otros países se ha confirmado como un elemento muy útil en la disuasión.
En la Policía Nacional de Burgos ya son 12 los efectivos instruidos para poder usar esta pistola eléctrica y se espera que entre febrero y marzo lo hagan otra docena. «De momento no ha habido que utilizarla y esperamos que así sea siempre», señala el instructor Blesa mientras explica su funcionamiento en la recién estrenada galería de tiro de la Comisaría. La formación incluye una fase teórica y otra práctica. Esta última en realidad se lleva a cabo con asiduidad por los policías que ya están autorizados para complementar los conocimientos adquiridos.
La escasa experiencia del cuerpo con este arma no impide hacer ya las primeras valoraciones sobre su efectividad. «Para empezar, es mucho menos lesiva que una de fuego. Mejora notablemente algunas actuaciones de seguridad ciudadana que pueden complicarse», matiza el adiestrador.
Debe utilizarse a una distancia máxima de 7,6 metros y una mínima de 30 centímetros. - Foto: Alberto Rodrigo(Más información, en la edición impresa de este sábado de Diario de Burgos o aquí)