El Centro Astronómico de Lodoso tendrá que espera una nueva convocatoria de los fondos europeos Next Generation, al quedarse sin financiación este año por apenas  tres puntos para entrar en ese selecto número de proyecto subvencionable. El alcalde de la localidad, Óscar Alonso, no se da por vencido y afirma que volverán a presentar el proyecto el próximo año, aunque de momento es pronto para saber a qué línea de ayudas podría acogerse con garantías de ser elegido. 

El regidor añade que este año se presentó en la convocatoria destinada al fomento y promoción de iniciativas culturales, a través del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, aunque reconoce que podría encajar igualmente en educación, fomento del empleo e incluso a través del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, puesto que una vez construido el centro se prevé la creación de hasta cinco puestos de trabajo y, por tanto, es una iniciativa que busca arraigar población en el medio rural.

En todo caso, Alonso sigue apostando por esta instalación, que completará el Observatorio Astronómico del que ya dispone Lodoso, y en caso de que vuelva a quedarse fuera en una segunda o convocatoria, se plantearía comenzar la obra y acometerla por fases con fondos propios y acudiendo a otras administraciones como la Diputación Provincia y la Junta de Castilla y León.

La junta vecinal de Lodoso ya invirtió en torno a 40.000 euros en el derribo del viejo inmueble que dará paso al edificio Astronómico. Así, el solar está disponible desde hace meses en el centro de la localidad, ya que el objetivo es fomentar la interrelación entre los usuarios, visitantes y vecinos. Su construcción supondrá una inversión de 1,5 millones de euros, según el proyecto diseñado por el arquitecto municipal Blas Barbero, que ha conjugado tradición y vanguardia.  

El inmueble se distribuye en cuatro plantas, con una superficie construida de 570 metros cuadrados para acoger las distintas funciones contempladas. En el semisótano se instalará el vestíbulo, la sala de exposiciones, aseos y el planetario digital, uno de los principales atractivos del edificio. Dotado con la más moderna tecnología, constará de una cúpula de unos 8 metros de diámetro donde se podrá proyectar todo tipo de imágenes y sonidos espaciales; se dotará de sistema de proyección y multimedia que trabaja con una lente de 300 grados que cubre toda la cúpula planetaria.

La planta baja es la de acceso, donde estará el vestíbulo principal y una tienda de recuerdos, mientras la primera planta acogerá las aulas didácticas y albergará una exposición sobre la historia de la Astronomía y exposiciones temporales. Las aulas servirán para proyectar material audiovisual, dar charlas y conferencias divulgativas y a formación, dotadas de ordenador y proyector; habrá igualmente aulas-taller y otra digital. La planta bajocubierta tiene acceso a la terraza donde se realizarán las observaciones astronómicas y prácticas con telescopio.

El proyecto contempla instalar un albergue en una finca cercana, a base de módulos, dos para dormitorios, uno de niñas y otro de niños; un tercero para baños, uno más para instalar la cocina y comedor y un quinto para aulas, potenciando ese carácter didáctico.