Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


No se salva ni la política exterior

12/10/2023

En el primer gobierno de coalición desde la Transición, los denominados ministerios de Estado, Exteriores, Defensa, Interior quedaron bajo el control del partido mayoritario, el PSOE, y si vuelve a reeditarse el pacto con Sumar seguirán bajo su manto. Solía decirse que las acciones desarrolladas por esos departamentos obedecían a políticas de Estado y que había consenso entre el gobierno y la oposición sobre su ejecución. Pero eso era antes de que la crispación ocupara todos los espacios de la vida política y la deslealtad se impusiera como forma de relación entre los dos principales partidos, que son los que se alternan en el ejercicio del poder y heredan las políticas de Estado.


En el caso de la política exterior, al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, todavía le falta por explicar convincentemente el motivo del cambio de la posición española respecto al Sahara y por qué lo hizo sin consultarlo con el principal partido de la oposición, o mejor todavía, sin haberlo explicado previamente en el Congreso. Pesa actitud, sin embargo, no faculta al Partido Popular dirigido por Alberto Núñez Feijóo para hacer oposición con la política exterior tras la ofensiva desencadenada por el grupo terrorista palestino  Hamás contra Israel desde la Franja de Gaza, un ataque que causó centenares de muertos civiles en una operación milimétricamente diseñada con ese objetivo. La condena oficial a ese ataque terrorista por parte del gobierno fue contundente e inmediata y también lo fue por parte de la líder de Sumar, Yolanda Díaz, aunque en este caso extendía la solidaridad a todas las víctimas del conflicto ante la respuesta israelí al ataque sufrido, que suele ser desmedida y desproporcionada, como está suficientemente acreditado cada vez que se reaviva el conflicto entre los palestinos e Israel, de las intifadas a la expansión israelí en territorios de aquellos.

Arrojar dudas sobre la actitud del Gobierno de la nación en este asunto, como ha hecho el PP y pedir comparecencias parlamentarias para que explique una posición que está meridianamente clara raya en la deslealtad, y acusar a los líderes de Sumar de mostrarse equidistantes entre las víctimas israelíes y los terroristas, cuando los dirigentes populares hacen caso omiso de las víctimas civiles causadas por el ejército israelí en Gaza "que va a quedar irreconocible", es considerar que hay víctimas inocentes de primera y segunda categoría según su lugar de nacimiento. El PP se equivoca cuando afirma que determinados miembros del Gobierno tienen cercanía ideológica y política con Hamás, lo que confunde con la solidaridad y el apoyo a la causa palestina, que es bien distinto, porque son los palestinos los que ven conculcados sus derechos e Israel se ríe abiertamente de todas las resoluciones de Naciones Unidas para que respeten los derechos humanos en territorio palestino y cese la expansión de los asentamientos ilegales en Cisjordania. Por supuesto que Israel tiene todo el derecho a su legítima defensa, pero no a costa de la población civil palestina inocente.

Desde instancias europeas, con el responsable de la política Exterior de la UE a la cabeza, Josep Borrell, se está pidiendo a los líderes israelíes que se atengan a las convenciones internacionales y no incurran en crímenes de guerra con el asedio a los dos millones de palestinos que viven en la mayor cárcel del mundo al aire libre, mientras que los ministros de Exteriores han reiterado que no se suspenderá la ayuda económica a la Autoridad Nacional Palestina, aunque se vigilará que no llegue a Hamás.