Desde el mismo día de la inauguración de la estación de tren, en diciembre de 2008, los hijos de Rosa de Lima Manzano ya advirtieron que a su madre nadie la conocía por ese nombre. Todo el mundo la llamaba, simple y llanamente, Rosa Manzano.

Arrancó entonces un largo proceso de corrección que acaba de concluir.Aunque fue el pasado mes de noviembre cuando el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) procedió a renombrar la terminal con el apelativo correcto, no ha sido hasta ahora cuando se ha completado el cambio de los rótulos.La semana pasada seguía figurando el Rosa de Lima Manzano a la entrada del hall de la estación, mientras que este ya ha pasado a mejor vida.

El contrato para la sustitución salió a licitación a principios de año. En abril el Adif lo adjudicó a Luminosos Regui por un importe de 14.482 euros (sin IVA). Con esta variación se cumplen los deseos de los familiares de Rosa Manzano, que abogaban por una corrección al considerar que el anterior nombre de la estación (Burgos-Rosa de Lima) no identificaba de manera fehaciente a la persona a la que se quería recordar.

La modificación no ha alterado el catálogo de líneas y tramos de la red ferroviaria, ya que en este documento no aparece ninguna referencia a la estación.