La Junta de Castilla y León invirtió 6,1 millones entre 2008 y 2009 para ensanchar y modernizar los 19 kilómetros de la BU-551, entre Medina de Pomar y Criales de Losa. Pero desde entonces no se ha vuelto a asfaltar y en los 8,6 kilómetros, de Medina a La Cerca, donde posiblemente se utilizó un material diferente al del resto del trazado hasta Criales, el firme está completamente degradado y levantado en multitud de puntos.  Una treintena de pueblos del municipio medinés y el vecino del Valle de Losa, pero que tienen en la ciudad su centro de referencia comercial y de servicios, sufren las consecuencias y califican la BU-551 de «peligrosa».

Los vecinos se quejan al unísono y se muestran partidarios de movilizaciones, si la Junta de Castilla y León no actúa de urgencia en un tramo que muchos transitan hasta dos veces cada día para ir y venir del trabajo, recoger a sus hijos de actividades en el colegio, ir al Centro de Salud y muchas otras gestiones en servicios públicos. Sufridores habituales también son los vendedores ambulantes de alimentos, como el panadero Tomás Javier Fernández, que tras 40 años al volante repartiendo por estas localidades nunca había visto en tan mal estado la calzada.

El alcalde de Rosío, Rodrigo Rueda, afirma que ha habido «muchísimos accidentes» y lamenta que «no se ha hecho nada en esta carretera en muchos años» o en todo caso, pequeñas tareas de mantenimiento. Algunas las considera una «chapuza» como la realizada este invierno en que se rasparon los márgenes de la carretera para retirar la gravilla acumulada y se dejó todo el material en las cunetas. Esa gravilla era la que hasta hace poco impedía al agua de lluvia salir de la carretera y se acumulaba en ella, con el riesgo de aquaplaning y de hielo en las noches frías.

Las líneas de la señalización también han desaparecido con el asfalto levantado. La alcaldesa de Bóveda de la Ribera, María Ángeles Villasante, lo sufre cada noche cuando vuelve del trabajo sin referencias en la carretera. «Voy por el medio porque no veo los márgenes», lamenta. «Pintarla sería absurdo con el firme en el estado en que se encuentra», añade el alcalde de Momediano, Sergio Peña. Así que solo queda como solución el asfaltado. Peña también recuerda como «saltan a las lunas las piedras del asfalto que se va rompiendo». Santiago Filardo, alcalde de Las Torres, insiste en que «lo peor llega cuando llueve». La cantidad de agua acumulada en la vía y la ausencia de señalización juegan en contra de los conductores en una carretera que da servicio directo a más de medio millar de vecinos, que en verano se multiplican por cuatro.

La concejal de Obras y Pedanías en el Ayuntamiento medinés, Inmaculada Hierro, sostiene que «la falta de mantenimiento es la clave del grave deterioro que sufre la carretera». Afirma que muchas de las pequeñas mejoras de conservación que se realizan llegan después de los escritos que salen del Ayuntamiento. «Hace un año pintaron un paso de peatones que no se veía porque se lo solicitamos», recuerda. La edil también recuerda como el desbroce de los márgenes de la carretera se demoró al otoño y «el problema es que no se veían los corzos cuando saltan a la vía».

Los vecinos dicen sentirse «abandonados» en las pedanías y afirman sin pensarlo ni un minuto que están dispuestos a movilizarse para reivindicar una mejor carretera que ya lleva unos años al límite de sus posibilidades. El pasado 21 de diciembre, los pueblos afectados y el Ayuntamiento de Medina colocaron una pancarta en el arranque de la BU-551 en la plaza del Olvido con el lema «¡Basta ya! Exigimos a la Junta de Castilla y León una carretera digna». Esa misma noche desapareció y se desconoce quién la pudo retirar.

Los afectados ven con asombro lo sucedido y como hay carreteras de la Diputación en mucho mejor estado de asfaltado, a pesar de su menor uso. La BU-551 soporta una media diaria de 1.060 vehículos diarios, según el mapa de Tráfico de la Junta de Castilla y León. Pero los ciclistas, entre otros, ya nunca pasan por ella. La Unión Cicloturista Medinesa hace años que dejó de marcar rutas por esta carretera.

Cuando haya dinero. Mientras, la Junta de Castilla y León afirma que está «aprobado un proyecto para la renovación superficial del firme de esta carretera entre los puntos kilométricos 10 y 18,6, con una inversión prevista de 773.902 euros y cuya ejecución dependerá de la disponibilidad presupuestaria». Así pues, queda en el aire si los presupuestos regionales de 2024 reservarán o no fondos a esta urgente necesidad.

A ello añaden que «se han realizado operaciones de sellado de grietas, barrido de gravilla en los bordes de calzada, bacheado con aglomerado en frío, limpieza de cauces y rigolas, desbroce manual de señales y biondas, limpieza de bermas y cunetas, así como poda de ramas, tala de árboles secos, y limitadores de crecimiento en las bermas y cunetas». «En este año -aseguran- se están realizando las oportunas labores de conservación en toda su longitud, así como la poda de vegetación en las zonas próximas a la carretera para mejorar la visibilidad y evitar accidentes».