Las obras del Castillo cogen impulso

B.D. / Burgos
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En estos dos primeros meses de trabajo, la empresa Urcotex se ha centrado en las cotas y en la retirada de material. El plazo de ejecución es de un año

Las obras de recuperación del Castillo arrancaron a finales de junio. - Foto: Patricia

Desde el exterior, los primeros trabajos realizados en el Castillo de Burgos apenas son visibles. Tan solo las cintas que cierran el paso al interior de la fortaleza evidencian que muros adentro se trabaja y que la actividad de operarios y técnicos, tras dos meses desde el arranque de las obras de remodelación, ha comenzado a coger impulso.

En palabras del concejal de Turismo, Fernando de la Varga, se han hecho ya trabajos de desmontaje de las zonas que van a ser sustituidas por nuevos volúmenes y se han llevado a cabo un buen número de replanteos en los puntos en los que se levantarán las edificaciones previstas en el proyecto de intervención. «Las obras avanzan según los plazos establecidos; están cogiendo velocidad de crucero con el objetivo de que en 2024 este enclave tenga la necesaria visibilidad desde el ámbito turístico y que los ciudadanos podamos entender su valor e importancia no solo como bien arquitectónico sino por su interés como patrimonio natural», señala el edil del Partido Popular.

Desde la dirección de obra, el arquitecto Tomás Francés confirma que en estas semanas se han hecho una serie de trabajos previos como el desmontaje de algunos tramos de las pasarelas existentes, la comprobación de cotas de las futuras pasarelas y el replanteo de las zonas donde se levantarán los nuevos pabellones expositivos. «Hemos desarrollado una serie de labores previas y se han revisado las cotas de las entradas y salidas de los pabellones», añade, tras indicar que la intervención planteada se ha basado en la sostenibilidad a fin de mantener el material de lo que ya existía y aprovechar una parte de la infraestructura. «La actuación que se hizo en su momento fue buena y acertada, de ahí que el nuevo proyecto actualiza y amplia desde una intervención más ambiciosa», explica el arquitecto.

Las obras, que tienen un plazo de ejecución de un año y un presupuesto de 2,4 millones, fueron adjudicadas a la empresa catalana Urcotex, especializada en la restauración de monumentos y espacios de interés histórico y artístico, como la fachada principal de la Catedral de Barcelona, el castillo de Castelldefels, el claustro de la Hospedería de Montserrat o el Palacio Güell, entre otros.

En el caso del Castillo de Burgos, la empresa catalana ejecuta el proyecto 'Castillos en el Aire', ganador del concurso convocado por el Ayuntamiento en la anterior legislatura y obra de AJO Taller de Arquitectura y AU Arquitectos. La recuperación de este entorno junto al cerro de San Miguel supone poner en valor los pocos elementos históricos que se conservan, recuperar espacios como el palacio de Alfonso X que existía a principios del siglo XIX con recreaciones volumétricas, incorporar zonas atractivas para la visita y dotarlo de actividades que lo mantengan vivo y dinámico todo el año.

Con esa idea se creará un nuevo acceso por la zona sur (donde está la fuente) que permitirá al visitante recorrer el castillo entre murallas de manera libre y gratuita hasta la zona del aparcamiento (norte). Por otro lado, para la visita de pago -que será circular- y las actividades se entrará por el actual acceso.

En el patio de armas (zona central) se recreará la batería de Napoleón y se potenciarán los aljibes, galerías subterráneas y el pozo que ya existen, además del propio cerro que conserva intacto un campo de batalla del siglo XIX.

En estas semanas, la dirección de obra también se ha centrado en la definición de los morteros a utilizar en las estructuras, especialmente en el tipo y la coloración. Para ello, han trabajado muy de cerca con los responsables de Patrimonio para llegar a la mejor solución técnica sobre esta cuestión. «En este tema concreto de los morteros hemos preferido contar con la participación del área de Patrimonio para tener un clima de colaboración y de consenso entre todos los actores implicados», concluyen.