Imputan por terrorismo al jubilado mirandés de las cartas

A.B.-P.C.P.-AGENCIAS
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El rastro del sello lleva a detener a Pompeyo González por el envío de 6 cartas bomba a Pedro Sánchez, Margarita Robles y varias embajadas. La Policía registró durante 6 horas su vivienda

Pompeyo González Pascual fue trasladado a Madrid después de completar el registro de su domicilio en la calle Del Clavel, en Miranda. - Foto: Alberto Rodrigo

Soltero, funcionario jubilado del Ayuntamiento de Vitoria, discreto, vecino de la calle Clavel, aficionado al automodelismo, con dos suscriptores en una cuenta en Youtube en la que sigue, entre otros, a José Mota y a un canal ruso de vídeos de animales, en la que comparte imágenes de Miranda y de Pancorbo, mezcladas con aviones, un acuario y la trayectoria en el boxeo de Kiko Martínez. Así se hace ver Pompeyo González Pascual, el mirandés detenido ayer por orden de un juez de la Audiencia Nacional como sospechoso del envío de 6 cartas bombas entre noviembre y diciembre de 2022, la primera de ellas con el presidente del Gobierno como destinatario, que dejaron un herido leve y un eco internacional de tal calibre que este mismo domingo el periódico The New York Times hablaba de la presunta implicación de supremacistas blancos rusos y los servicios secretos de Putin en la trama terrorista, de los que de momento no hay ni rastro. 

De puertas para dentro, en su piso del barrio de La Charca, los investigadores del Cuerpo Nacional de Policía dibujan a Pompeyo como una persona minuciosa, con conocimientos técnicos e informáticos suficientes para haber actuado en solitario, sin vínculos con partidos políticos ni grupos terroristas, aunque la investigación sigue abierta y hay que dejar que avance, como pidió ayer desde Vitoria el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.

La Comisaría General de Información de la Policía Nacional ha bautizado esta operación con el nombre de Konvert, que significa sobre en ruso, porque ese fue el primer hilo del que tiraron para tratar de dar con el autor de las cartas incendiarias. Sin embargo, la clave no estaba ahí sino en el sello de 2,7 euros que lo franqueaba. Se trataba de una edición conmemorativa con la imagen del Monte Santa Trega, en Galicia, con una tirada de 135.000 ejemplares, que Correos solo había vendido en unas oficinas muy concretas a partir del 21 de abril de 2022.

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