La última oportunidad de David Pérez

ÁLVAR ORTEGA
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El burgalés ha vuelto al escenario internacional tras varios cursos jugando solo en España, donde se convirtió en el número uno del circuito nacional ] Su primer torneo, en Túnez, invita a la confianza

David Pérez, tenista. - Foto: José Carlos Ruiz Martín

La última vez que David Pérez habló con Diario de Burgos, en mayo de 2019, su sueño y su objetivo se mezclaban: quería llegar a ser uno de los 100 mejores tenistas del mundo. Sin embargo, días después sufrió una preocupante lesión en la espalda que le apartó varios meses de las pistas y que cambió por completo su meta. Luego llegó la covid y «no sabía qué hacer, si seguir jugando o no...», incluso «medité la retirada». Entonces, optó por participar exclusivamente en el circuito nacional, que acabó liderando, y también amagó con arrancar su faceta como entrenador. Sin embargo, «sentía que era muy pronto para hacer ese trabajo, me quedan ganas y fuerza suficientes para seguir jugando» y para perseguir su nuevo objetivo, que no es otro que mejorar su ránking hasta el 400 -ahora es el 700- para poder participar en torneos Challenger, una categoría superior a los Future en los que se codea ahora.

«Este es un año de transición. Si estamos cerca del objetivo seguimos, sino seguramente lo dejaré», afirma el burgalés, que sigue afincado en Alicante y que, por primera vez en los últimos años, ha completado una pretemporada con la menta puesta en el escenario internacional. «He vuelto, ahora estoy dedicando todo mi tiempo al tenis. Vamos a ver a dónde me lleva y a partir de ahí decidiré», insiste David Pérez, cuya primera participación desde su regreso, en el M15 celebrado en Monastir (Túnez), ha sido ilusionante. En las cinco semanas de participación, ha logrado alcanzar los octavos de final tres veces, los cuartos una y la final en otra. La primera a nivel internacional desde hace tres años.

Pero donde destacó especialmente fue en dobles. Formando pareja con el ruso Brobov en una de esas semanas, logró el título número 55 de su carrera en esta categoría (52 en Future y 3 en Challenger). «Durante muchas etapas de mi vida el nivel Future lo he tenido dominado», reconoce el burgalés, que además ha ganado confianza para su siguiente torneo, el 27 de febrero en Egipto.

Su pasado. David Pérez llegó a ser el tenista número 158 del mundo en 2016. Queda lejos una época en la que compitió a un nivel que ahora quiere replicar. «En puntos pasados de mi carrera he llegado a un nivel bastante cercano al del objetivo que me marco ahora. Con más experiencia creo que puedo hacerlo, otra cosa es que lo haga», subraya David Pérez, que decidió autoexigirse el objetivo de alcanzar los torneos de la siguiente categoría a finales del año pasado. «Estuve en Canarias preparándome y, de casualidad, me invitaron a jugar la previa del ATP Maspalomas. El ambiente, el trato, las condiciones... llamé a mi entrenador y le dije 'quiero estar aquí'. Es mi nuevo objetivo», recuerda sobre un reto que le obliga a subir numerosas peldaños en el ránking.

Eso sí, sabe perfectamente cuáles son sus armas. «Soy un jugador de contraataque. Lo que me lleva a ganar muchos partidos es luchar cada bola, hacer buenas defensas, no bajar la intensidad... que el partido dure las horas que hagan falta», añade sobre un juego al que, todavía, no ha querido poner fin. «Había que intentarlo una vez más».