Kronospan se adjudica Interbon garantizando su futuro en Burgos

G. Arce / Burgos
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El auto judicial destaca que la multinacional austriaca asume el 100% de la plantilla y asegura la continuidad de la actividad industrial durante un mínimo de 10 años, con 25 millones de inversión comprometidos en los 5 primeros

La fábrica de Interbon, que lleva parada desde el pasado 14 de julio, podría recuperar la actividad en los próximos días una vez conocido el comprador. - Foto: Alberto Rodrigo

El Grupo Interbon, en concurso de acreedores desde el 28 de julio de 2011, mantendrá sus puestos de trabajo y su actividad industrial en las provincias de Burgos y Toledo bajo la propiedad de Kronospan, líder mundial en la fabricación de tableros y adjudicatario de los bienes y derechos de la empresa maderera, según consta en la resolución judicial dictada ayer por el titular del Juzgado de lo Mercantil Número 1.

El del Grupo Interbon es uno de los concursos de acreedores más importantes tramitados en Burgos por volumen de deuda (superior a los 200 millones de euros), trabajadores, entidades financieras y empresas afectadas. Afortunadamente, también es uno de los pocos que no ha culminado con la desaparición de la compañía concursada, como viene siendo habitual en estos tiempos de recesión.

Según subraya la resolución concursal comunicada ayer a las partes, la sociedad Businessvita (a través de la que opera la multinacional austriaca) asume con la adjudicación el 100% de los trabajadores de la mercantil concursada (420 personas), la continuación de la actividad económica durante al menos diez años conforme a un plan de negocio que prevea la inversión de 25 millones de euros en un periodo de 5 años, asumiendo el pago de los créditos concursales laborales y la no subrogación al Fondo de Garantía Salarial.

Kronospan, detalla el fallo judicial, deberá abonar 3 millones de euros en una semana, así como el pago del precio hasta cubrir los 50.506.000 euros en los que se han valorado las sociedades en concurso:Interbon, Unopan, Puertas Dimara, Dos Cero Tres Carpintería Industrial y Bon-Logistic. La idea expresada en Burgos por el presidente de Kronospan, Peter Kaindl, es reanudar la actividad en Castañares y Salas de los Infantes una vez consumada la adjudicación judicial, objetivo en el que ya estaban inmersos desde mediados de agosto, una vez conocido que el informe definitivo de la Administración Consursal apostaba por la oferta austriaca.

El alcance de la resolución conocida ayer no solo beneficiará a la plantilla -que hoy acude a las fábricas tras finalizar su último permiso retribuido- y acreedores, sino también a todas las empresas que orbitan en torno a esta industria maderera, que se estiman en cerca de 280 con 4.000 trabajadores, buena parte de ellas enclavadas en la Comarca de Pinares.

Losán

El fallo judicial basa buena parte de sus argumentaciones en la propuesta de adjudicación presentada por la Administración Concursal el pasado 10 de agosto y en la que se valoraban y comparaban las tres propuestas presentadas (Kronospan, Losán y Tableros de Burgos). «La Administración Concursal  -señala la resolución- entendía como la más razonable la opción de Bussinesvita de pago al contado, porque con ella se produciría el cobro de la cantidad de 50.506.000 euros al contado para su distribución entre las diferentes mercantiles conforme al plan de liquidación, cuyo pago tendrá lugar tan pronto se produzca la transmisión».

Por otro lado, la resolución matiza que el juez no ha admitido a trámite -«por haber sido presentado fuera de plazo»- el escrito presentado a finales de agosto por Industrias Losán, que mantiene un incidente concursal pidiendo la anulación del proceso. En el escrito, y bajo el argumento de que desconocía que  el volumen de los créditos contra la masa ascendía a 20 millones de euros, el grupo gallego realizaba el ofrecimiento de entregar 20 millones al contado (17 más de los previstos en su oferta).

El juez entiende, básicamente, que cerrada la subasta en la que se acordaron previamente los plazos de presentación de ofertas, precios mínimos y condiciones -y en la que los oferentes participaron sin impugnarla- no caben nuevas propuestas, porque éstas motivarían la presentación de otras dilatando ad eternum el proceso «en perjuicio de los acreedores».