La renovación integral de la calle Alfonso VIII avanza en su proceso administrativo con la contratación de la redacción del proyecto. Los residentes en el entorno de Las Huelgas aún ven muy lejos unos trabajos que no llegarán antes de 2024, pero aún hay margen para tratar algunos aspectos relacionados con la futura urbanización de la zona.

La Asociación de Vecinos Las Huelgas y Parralillos (Avehupa) ha participado de forma activa en la evaluación de la única propuesta presentada en el concurso de ideas y mantiene el contacto con la administración local para transmitir sus inquietudes. «Tuvimos un encuentro con los vecinos, que nos han dicho que están contentos con el proyecto y también preocupados con algunos aspectos», indica el responsable del área de Fomento, Daniel Garabito.

Avehupa pide soluciones para respetar el número actual de aparcamientos utilizados en la vía. Los estudios AU Arquitectos y AJO Taller de Aquitectura, encargados del proyecto, plantean un desarrollo casi peatonal de la calle y ello implicaría la eliminación de decenas de plazas reservadas hasta ahora para los coches. 

Aunque las estimaciones apuntan a una pérdida de 50 plazas, los vecinos advierten que la medida afectará a un centenar de espacios. El anteproyecto ya planteaba la creación de un aparcamiento en superficie en una parcela de titularidad municipal acondicionada en las traseras del centro cívico Las Huelgas que también embolsará a los autobuses de turistas, pero los vecinos consideran que las 60 plazas previstas «son insuficientes». 

«Muchas casas de la primera línea de Alfonso VIII no tienen plazas porque Patrimonio no permite hacer garajes y por eso pedimos que se estudie la posibilidad de incrementar las que se han programado», explica Carmen Fernández, de la directiva de Avehupa.

La asociación planteará esta cuestión de forma directa a los estudios de arquitectura en una próxima reunión impulsada por el Ayuntamiento de Burgos. «Es el tema más sensible y se puede comentar», reconoce Félix Escribano, del equipo AU Arquitectos. «Ese encuentro será un punto de partida para tratar algunos asuntos que también se debatirán con los técnicos municipales, pero aún es pronto para hablar de detalles o para tomar decisiones», recalca.

Así, queda descartada la posibilidad de cambiar las líneas maestras de un proyecto que dará el protagonismo al peatón. Los coches de los residentes solo podrán acceder a una velocidad de 20 kilómetros por hora, pero no habrá aparcamientos en el entorno del monasterio de Las Huelgas. «Hay que respetar la idea del ganador del concurso», zanja Garabito.

Y es que, como subraya el concejal de Fomento, la urbanización de este enclave «no es normal» porque necesita el visto bueno de Patrimonio Nacional. Aunque cada detalle cuenta, «se está a tiempo» de sopesar algunas cuestiones relativas a la futura obra. «En líneas generales, los vecinos lo ven bien. Incluso los que no están de acuerdo con ciertos aspectos ven necesaria esta actuación», matiza Carmen Fernández.

El debate generado en busca de las mejores soluciones para el barrio ha generado una pequeña controversia entre los residentes sobre el futuro paso de los autobuses municipales por la calle Alfonso VIII. Los estudios AU Arquitectos y AJO Taller de Aquitectura plantean una solución «flexible» para que, llegado el momento, el Ayuntamiento de Burgos pueda decidir la mejor opción.

En este sentido, el desarrollo de las futuras obras obligará a buscar trazados alternativos para el transporte urbano y esa experiencia servirá de banco de pruebas para analizar el camino a seguir. En este aspecto, Escribano vuelve a recordar que aún es demasiado pronto para hacer planteamientos sólidos.

Pavimento. Mientras tanto, los esfuerzos de los arquitectos se centrarán en la redacción de un proyecto que tomará como referencia el pavimento de la reciente urbanización de Las Llanas. En este caso, está prevista la aplicación de distintos matices en la superficie del firme. La zona central, que ofrecerá la posibilidad de acceso restringido al tráfico, presentará una mayor rugosidad y los pasos con una mayor presencia peatonal resultarán accesibles y cómodos.

Además de la urbanización de la calle, el proyecto también dedicará capítulo especial a la iluminación del monasterio de Las Huelgas. A la espera de concretar con Patrimonio Nacional los detalles técnicos, la instalación definitiva se adecuará a los parámetros establecidos que garanticen la eficiencia energética.