La renuncia de Gonzalo Antón a sus responsabilidades deportivas y económicas en el Burgos CF ha abierto un nuevo escenario en la gestión del club, plagado de interrogantes y que  puede provocar una reestructuración dentro de las tareas que desempeñaba el empresario mirandés. En los próximos días, se reunirá el consejo de administración del Burgos CF para preparar la Junta general Ordinaria y Extraordinaria que se celebrará el 4 de diciembre y en esta reunión se tratará también los cambios dentro del organigrama de la entidad.  

Hasta ahora Gonzalo Antón aglutinaba el poder en la gestión económica y deportiva, mientras que el resto de consejeros se centraba más en tareas institucionales. Y Antón siempre ha estado acompañado por su hombre de confianza, Miguel Ángel Pascual, al que nombró director general. De hecho, en la entrevista publicada por Diario de Burgos en su edición de ayer Antón sugería que el  propio Pascual debía sustituirle, sobre todo en la gestión económica.

Pero esa opción no parece muy clara y se discutirá el papel que debe ejercer Miguel Ángel Pascual en esta nueva situación. Una de las posibilidades es que el presidente, Jesús Martínez, tome mayores responsabilidades en la gestión económica del club, además de supervisar el trabajo del director deportivo, Endika Gaviña, que ha salido reforzado por su trabajo en la búsqueda del sustituto a José Manuel Mateo.

El futuro, por tanto, de Miguel Ángel Pascual en la nuevo estructura no queda tan claro y los consejeros y máximos accionistas del club serán los que , en última instancia, lo decidan. Presumiblemente apuesten por un mayor control de la entidad, hasta ahora gestionada por Antón y Pascual. Y todo ello a un mes de la celebración de la junta general en la que el consejo deberá presentar a los accionistas la situación del club, sobre todo a nivel económico, con un nivel de gastos muy superior al previsto, y una ampliación de capital en el horizonte de 750.000 euros, parte de ellos destinados a acabar sin problemas esta temporada.

El coste de la actual plantilla es muy superior al de la pasada campaña y ese ha sido uno de los motivos principales del desfase previsto en el capítulo de gastos, lo que ha obligado a acudir al capital social para cubrirlo y plantear una ampliación de capital para evitar problemas al final de temporada.