200 trampas en el Cinturón Verde contra la procesionaria

C.M.
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Su presencia se ha detectado en el parque del Castillo, en Villatoro y Cótar o en el pinar de Cortes

El entorno del parque del Castillo es uno de los afectados por esta oruga. - Foto: Alberto Rodrigo

Como cada primavera, aumenta la presencia de la oruga procesionaria por diferentes zonas de Cinturón Verde, especialmente en los pinos del parque del Castillo. Los dueños de perros, que habitualmente transitan por la zona, han dado la voz de alarma y la Concejalía de Medio Ambiente sacará un contrato menor para contratar a una empresa que se encargue de su control. Tendrá un coste de 6.000 euros y los trabajos se deben realizar desde ahora hasta septiembre.

Para ello, se instalarán como mínimo 200 trampas repartidas por las laderas de Villalonquéjar, Villargámar, el Castillo, el cerro de San Miguel, Cótar, el monte de la Abadesa, los pinares de Cortes y Villatoro y el parque de Fuentes Blancas. Cada trampa estará numerada y localizada y tras la retirada se anotará la fecha y la cantidad de mariposas capturadas. En principio se colocarán sobre los mismos árboles que el año pasado, que ya fueron señalados con una marca roja.

En los pinos adultos las trampas se instalarán con pértigas de unos 5 metros en las ramas más sólidas y en árboles aislados mientras que en los más jóvenes se podrán colocar a mano. En todos los casos deben estar visibles y contar con una señalización adecuada del peligro que conlleva manipular las trampas sin la adecuada protección. 

La empresa que resulte adjudicataria deberá realizar un mínimo de tres visitas durante el tiempo de duración del servicio e informará al Ayuntamiento de los resultados de los controles y deberá elaborar una memoria final, según explicó el concejal de Medio Ambiente, Josué Temiño. 

Las trampas contienen feromonas para atraer a los machos adultos y desorientarles para evitar la reproducción, momento que se aprovecha para introducirlos en una cámara. 

El Ayuntamiento siempre ha optado por este tratamiento al ser más ecológico y efectivo y haber dado buenos resultados en los últimos tres años, dado que ayuda a contener la plaga aunque no la erradica. De hecho, en el Castillo o Fuentes Blancas, que era las zonas con mayor presencia, se han ido reduciendo el número de ejemplares capturados mientras que otros entornos como Cortes, Villalonquéjar o Villatoro han pasado de un riesgo alto o muy alto a bajo tras la instalación de las trampas. Durante el año 2022 la zona más afectada fue Fuente El Rey, clasificada con un grado de ocupación muy alto, seguida de Cótar y Villargámar.

Riesgo para todos. Las orugas de la procesionaria entrañan riesgo para los humanos, pero también para las mascotas debido a que un simple contacto puede producir reacciones alérgicas en los ojos y en la boca e hinchazón en la lengua, el esófago o el estómago.

La empresa encargada de la gestión de los parques y jardines se encarga de eliminar los bolsones en estos espacios, en las cercanías de los colegios o en el bulevar. También coloca trampas por diferentes barrios de la ciudad.