Cerrar las fiestas patronales de verano cuanto antes se alza como uno de los objetivos prioritarios de los pueblos a pesar de que aún estamos en febrero y quedan muchos meses por delante. Sin embargo, las empresas encargadas de organizar los eventos reconocen que este año se están dando mucha más prisa que en ocasiones anteriores y muchos han llegado a cerrar acuerdos hasta tres meses antes de lo que solía ser habitual. El hecho de que haya elecciones en el mes de mayo y que el pasado verano muchos municipios tuvieran problemas importantes para encontrar orquestas ha generado que no se quiera esperar a última hora y se opte por pisar el acelerador para garantizarse los bailes.
«El año pasado empezamos a mirar para mayo las orquestas, pero ahora queremos dejarlo ya todo cerrado porque todo el mundo se está adelantando», explica Fernando Sadornil, alcalde de Sasamón. Sus fiestas son en septiembre, por Santa María la Real, pero quieren que quien ocupe el Ayuntamiento después de la cita del 28 de mayo no se encuentre con el problema de tener que contratar a última hora lo que quede en el mercado por entonces. En Mahamud también han apalabrado todo, a falta de la firma. «Cuanto antes se deje atado es mejor por tema de disponibilidad, y a eso se suma que estamos en año electoral», explica el alcalde, Jorge Ortega. En su caso celebran San Miguel, a finales de septiembre, por lo que está encarrilado aunque falta más de medio año.
Las contrataciones para este verano se han adelantado más que nunca y prueba de ello se encuentra en que entre el 50% y el 70% de los municipios burgaleses ya tienen sus fiestas prácticamente cerradas, como reconocen desde las empresas organizadoras de espectáculos y eventos. «Algunos pueblos tuvieron problemas para conseguir orquestas el año pasado, a última hora no había lo que querían o tuvieron que cambiar fechas, por lo que esta vez se han dado prisa para no verse otra vez en la misma situación», asegura Héctor Cifrián, de Eventos Cooper.
Gustavo Calvo, de la empresa Artistas y Orquestas, coincide en que «viene la contratación muy adelantada y al haber menos orquestas que antes corren el peligro de quedarse sin ellas, de aquí a un mes estará todo cerrado». Algunas grandes orquestas ya se han quedado sin disponibilidad para los meses de julio y agosto, por lo que «el problema de hacer las cosas a última hora es que queda lo que no ha querido coger nadie (...)».
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