No era la primera vez que este conductor seguramente obsesionado con la saga Fast and Furious mostraba un comportamiento agresivo al volante, lo que le ha valido una pena más alta de lo habitual por un delito contra la seguridad vial, en concreto por conducción temeraria. Entre otras maniobras, cuando huía de la capital perseguido por la Policía Local, trató de sacar de la carretera con un volantazo al coche patrulla. En una sentencia el juzgado de lo penal 2 de Burgos le ha condenado a 18 meses de prisión, fallo que ha confirmado la Audiencia Provincial.

Los hechos ocurrieron el 20 de marzo de 2019 sobre las 5,45 horas. El acusado conducía un Citroën ZX a gran velocidad por el puente de San Pablo, donde giró, derrapando, para incorporarse a la avenida del Arlanzón. Una patrulla de la Policía Local inició su persecución y sus agentes observaron cómo se saltaba un semáforo en rojo al percatarse de que la dotación se acercaba hacia el vehículo que él conducía. En la Plaza del Rey se incorporó a la Autovía de Ronda, donde superó los 170 kilómetros por hora mientras zigzagueaba y adelantaba por la derecha a los automóviles que se encontraba a su paso. El peligro de estas maniobras era evidente, puesto que esa noche llovía y caía aguanieve.

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