El Burgos CF va engrasando su maquinaria de cara al inicio de  la temporada y ya acumula en sus piernas tres partidos amistosos con un balance de una victoria, un empate y una derrota, pero más allá de los resultados el conjunto blanquinegro está buscando adaptarse a la filosofía de Bolo e ir mejorando sensaciones. Ese será el objetivo en el duelo que le enfrentará hoy (18.00 horas) al Sporting de Gijón en el Estadio Municipal de Miramar (Luanco) y que pondrá fin a la concentración en tierras asturianas.

El 'nuevo' Burgos CF está en pleno proceso de adaptación a la filosofía de Jon Pérez Bolo, diametralmente opuesta a la de Julián Calero. El técnico vasco entiende el fútbol de una manera distinta y apuesta por tener más el balón y hacer una presión alta. Poco a poco, va introduciendo sus ideas en una plantilla que mantiene a buena parte del bloque del curso pasado y que se ha reforzado con jugadores de talento en ataque.

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Por su parte, el Mirandés busca dar la primera alegría después de tres amistosos en los que ha cosechado dos derrotas y un empate. Los rojillos aspiran a conseguir hoy (19.00 horas) el primer triunfo de la 'era Alessio Lisci' frente al Real Valladolid en Anduva. El partido servirá para continuar con la preparación de cara al inicio de la Segunda División a mediados de agosto y también será la presentación oficial del equipo ante su afición.

La importancia de los resultados en pretemporada es más bien poca  y menos cuando todavía quedan muchos efectivos por llegar a la plantilla. El Mirandés está viviendo estas primeras semanas de preparación con un plantel todavía en construcción, pues Lisci cuenta tan solo con 14 jugadores del primer equipo, cuatro renovaciones y una decena de incorporaciones.

(Más información sobre ambos equipos burgaleses, en la edición impresa de este sábado de Diario de Burgos o aquí)